Vejer

Diez años después y todo sigue igual en El Palmar... Aunque el río suena, agua no lleva...

La Asociación de Vecinos Santo Domingo de la Calzada de El Palmar lamenta que pasen los años y aún sigan demandando lo mismo: agua potable y mejores servicios

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  • Acceso a El Palmar, en Vejer. -
  • "Antes había cien pozos, hoy son 400 los que se nutren de los mismos acuíferos"
  • "Dicen que están trabajando ya en esos dos sectores, pero lo que sí es cierto es que nosotros no vemos meter ninguna tubería de agua”

“Nuestras reivindicaciones y demandas son, tristemente, las mismas que hace diez años”. Quien habla es Manuel Martín, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Santo Domingo de la Calzada de El Palmar, que cuenta con 430 socios y una histórica trayectoria representando los intereses de los vecinos de esta pedanía de Vejer.

l Palmar pasó del cultivo de garbanzos y maíz, a convertirse, a partir de 1980 en uno de los principales atractivos turísticos del litoral gaditano. Ahora cuenta con más de 2.500 viviendas irregulares pero sigue sin contar con agua potable. Su futuro pasa por los AFO y los planes especiales para su

Presidida desde hace unos dos años por Manuel Borrego, quien encabeza la Junta Directiva, este colectivo vecinal lucha por conseguir que se dote de servicios esenciales a una zona en la que, de forma permanente, viven unas 2.500 personas, 760 de ellas empadronadas en Vejer, aunque la población se multiplica por diez en los meses de verano llegando a albergar entre 20.000 y 25.000 personas.

Manuel Martín recuerda que “en la primera visita que este junta directiva realiza al actual concejal de Urbanismo, José Ortiz, éste nos dijo que cualquier propuesta que llegue de El Palmar debe llegar vehiculizada a través de un equipo técnico”, porque en su opinión “creo que Ortiz pensó que no éramos capaces de conformar ese equipo técnico”. Hoy cuentan con “un letrado experto en Urbanismo, Borja Grandal, dos arquitectos, dos aparejadores, un topógrafo y un delineante”.

La primera labor de este equipo técnico fue “censar cuántas viviendas había en El Palmar para que, a tenor del decreto del 29 de septiembre de 2019, plantear la dotación de servicios básicos a la zona a través de planes especiales, tal y como recoge dicho decreto”.

Manuel Martín, junto a un plano de El Palmar.

Martín explica que “nos costó un año convencer al Ayuntamiento que ese era el camino: los planes especiales”.

Ese año “realizamos la manifestación del agua, a la que acudieron 2.000 personas... seguimos presionando y realizamos el censo”, cuyo resultado fue “más de 2.500 edificaciones en 2019, pero hoy habrá más porque no se ha parado de construir”.

Para los representantes vecinales, la lucha contra las viviendas ilegales “no solo debe basarse en medidas coercitivas con la Policía Autonómica y Local, sino también es necesario colocar carteles en las cabeceras de los carriles especificando que es suelo rústico, que no se puede construir... además del uso de drones y otras medidas para controlar la disciplina urbanística” en esta zona del litoral jandeño.

16 planes especiales o un plan especial dividido en 16 sectores

Tras “convencer al Ayuntamiento de la necesidades de ordenar El Palmar mediante planes urbanísticos”, la administración local “hace un año aproximadamente, propone realizar 16 planes especiales, empezando por el seis y el siete”, mientras que el frente litoral, donde están los establecimientos de hostelería, está dentro de un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) ya aprobado “hace diez años, pero que está sin desarrollar”.

De ahí la desconfianza en la que está instalada dicha asociación vecinal. “Ahora nos habla de empezar por empezar por dos sectores, con lo que en 50 años quizás lleguen al 16”, porque “además, lo curioso es que, un año después, aún no se ha hecho nada... seguimos sin agua potable”.

“Dicen que están trabajando ya en esos dos sectores, pero lo que sí es cierto es que nosotros no vemos meter ninguna tubería de agua porque ellos dicen que para poder enganchar el agua hay que regularizar las viviendas y para ello debemos solicitar el AFO (Asimilado Fuera de Ordenación)”, explican desde la asociación.

Pero para eso “hay que pagar unas tasas municipales, cambiar y homologar las fosas sépticas, realizar un proyecto técnico que diga que la vivienda es viable... y todo eso vale mucho dinero, entre diez y quince mil euros... Pongamos que hago el AFO y me lo aprueban... ¿cuándo nos van a dar los servicios?”.

Manuel Martín recuerda que “el agua viene por la carretera Conil-Los Caños, entra por la Dehesa y da servicio al Colegio, el módulo de Salud y la sede de la Asociación de Vecinos, para luego hacer un ‘T’ en el frente del litoral pero ya no conecta a nadie más”.

Mientras llega o no llega el agua... “nosotros vivimos de los pozos y de las cubas... así llevamos más de treinta años”, de ahí que no entienden que “si solicitamos el AFO y la vivienda está a 500 metros de la tubería, por qué no nos conectan ¿cuándo veré el tubo?… ¿de verdad que están trabajando?”.

A esto hay que unir que “no se ha dado un AFO desde hace un año… o lo deniegan o aún no han recibido respuesta los solicitantes... esa es la realidad”.

Eclosión en la década de los 80’

Ahora un poco de historia. Esta privilegiada zona del litoral de Vejer “comenzó a desarrollarse en la década de los 80” del pasado siglo... pero “siempre ha estado habitada. Hay colonos y vecinos que llevan más de 90 años... antes se dedicaban al cultivo de garbanzos, maíz, es decir, al campo... de hecho las casas más antiguas están construidas de espaldas al mar, no es Conil, o Barbate, no es un pueblo marinero”.

Eran años de penurias... “se vivía muy miserablemente... cuando una mujer paría, se iba en una bestia, cruzaba el Conilete y paría en Conil”. Así hasta que en la década de los ochenta “pusieron los ojos en la playa, la zona sube de nivel y eclosiona”.

Cuarenta años después “demandamos que nos doten de los servicios básicos, como el agua potable, que es esencial porque dependemos de la lluvia”.

Hace 25 años “había cien pozos, hoy hay 400 que se nutren de los mismos acuíferos. Y en años como el pasado, en el que llovió muy poco, se secan y comienzan a llegar las cubas”.

Hay que tener en cuenta que “a esos 400 pozos hay que añadir que las 2.500 edificaciones cuentan con otras tantas fosas sépticas que drenan en el terreno, contaminando los acuíferos”.

Martin se pone como ejemplo. “Soy ahorrador, me ducho con un cubo debajo. Antes el agua de ese cubo a los dos días estaba limpia, hoy tiene depósitos de cieno increíbles... no nos atrevemos ni a realizar análisis del agua”.

E insiste... “hace diez años se demandaba lo mismo, ni PSOE, ni PP, ni nadie ha dado una solución, pero el PP lleva ya diez años... Y ahora salen con el proyecto Valhalla... Sería deseable que todas las prisas e interés que  Ortiz está poniendo en sacarlo adelante las pusiera en dotar de agua potable a los vecinos y demás negocios de El Palmar. Llevamos 30 años esperando”.

Según señala Borja Grandal, ese proyecto “cuenta con el informe negativo de la Consejería de Ordenación del Territorio por ser contrario a la normativa. Ahí no puede ir ese tipo de actividad porque es propia de suelo urbano, y esa zona es suelo no urbanizable de especial protección”, además de “no contar con la calificación medioambiental... pero Ortiz sigue empecinado en él”.

Por su parte, Manuel Martín cree que “cada vez que entra en crisis, anuncia un gran proyecto. Hace diez años fue Malcucaña y ahora Valhalla, pero es una cortina de humo para tapar que no ha hecho nada… dijo que cada año iban a asfaltar un carril y llevan cuatro sin tocar ninguno… no avanzamos2

“Aquí no necesitamos de grandes proyectos, aquí el colono ha realizado un enorme trabajo en los últimos años. Si esta labor la hubiera hecho el Ayuntamiento, se hablaría de polo de desarrollo, pero como lo han hecho los vecinos, se habla de viviendas ilegales”, lamentan la Asociación de Vecinos para añadir que “hemos creado multitud de puestos de trabajo” derivados de las propias construcciones y del mantenimiento de las mismas.

“Nadie le mete mano”

“Muchas promesas, sí, tanto del Ayuntamiento como de la Junta, pero realmente nadie hace nada, nadie le mete mano”, afirma Manuel Martín que insiste en destacar que “pagamos el IBI, las tasas de basura, las licencias de apertura... a 31 de diciembre El Palmar aportó a las arcas municipales dos millones de euros que no repercuten en la zona, sin agua, ni alcantarillado, ni alumbrado, tenemos grandes deficiencias en materia de seguridad... yo pago el mismo IBI que por una casa de 200 metros cuadrados en la Calle Real de San Fernando, es decir, 1.010 euros, pero no recibo los mismos servicios”.

Ante esta situación, no esconden que “la relación ahora mismo con el Ayuntamiento es la de confrontación”, con episodios “lamentables como lo ocurrido durante la Cabalgata de Reyes, con la Policía Local realizando controles de alcoholemia a los conductores de las carrozas, e incluso pidiendo la ITV y los seguros. Se vino a fastidiar, eso está claro, ya nos habían avisado por la mañana de que eso iba a ocurrir aunque no nos lo podíamos creer”.

Más confrontación

Otro episodio ocurrió en julio de 2021 “cuando Ortiz (concejal de Urbanismo y diputado nacional del PP) se presentó en la sede con la Guardia Civil, destrozó la cerradura en un ejercicio caciquil de poder, diciendo que era propiedad municipal y que nos teníamos que ir. Evidentemente no nos fuimos porque no es propiedad municipal entre otras cuestiones. De hecho, le hemos interpuesto una denuncia por daños y coacción, cuya diligencia se lleva a cabo en el Juzgado de Barbate”.

Manuel Martín, vicepresidente de la la A.VV Santo Domingo de la Calzada de El Palmar, y, al fondo, Borja Grandal, abogado.

El abogado Borja Grandal confirma dicha información y añade que “se montó un pollo grande. Incluso apagó la radio porque decía que no tenían licencia... pero la Junta no te da licencia, solo se da por enterada tras nuestra comunicación y nos deja emitir salvo que salga a subasta”.

Martín explica que “no es una radio comercial, es de la Asociación de Vecinos con fines culturales y para el uso de los escolares de la zona... tenemos quince colaboradores y una programación multicultural... pero en lugar de apoyarla, la trata de boicotear”. Ambos afirman que “creemos que Ortiz tiene poca cintura para recibir críticas”.

Empadronarse, complicado

De hecho, denuncian también “las dificultades que tenemos para empadronar a vecinos ya que el Ayuntamiento no atiende las solicitudes, siempre falta algún papel. En enero de 2020 presentamos 22 solicitudes, un año después no se había contestado a ninguna. Y el pasado año igual, mientras que en Conil o en San Fernando se resuelven en una mañana porque ahora mismo, por ley, te puedes empadronar desde un coche”.

¿El motivo?, en opinión de la asociación vecinal es que “saben que el voto de El Palmar es contrario al actual equipo de Gobierno”. Los portavoces de dicho colectivo afirman que “incluso hace unos meses apoyaron la creación de otra asociación de vecinos en la zona, con personas afines al PP... su presidente iba en su lista electoral, pero vamos que nosotros contamos con 430 socios y esta última con unos veinte”.

A pesar de contar con mucha más representación, “a La Calzada la excluyen de la Mesa Técnica de Urbanismo para el seguimiento de los planes especiales… un veto automático, mientras sí invitan a la otra asociación. Una mesa en la que tampoco está la Asociación de Servicios de Hostelería de El Palmar, Ashopa”.

En conclusión, “han pasado diez años y seguimos sin agua. Han pasado diez años y persisten las mismas demandas de unos servicios dignos. De hecho, en la plazoleta en la que se encuentra el colegio, el módulo de Salud, la iglesia, hemos sido los vecinos los que hemos plantado los árboles y puesto las farolas, y eso que es el epicentro social de El Palmar. Y lo hemos hecho porque de lo contrario, no habría nada de nada”. Eso sí,  “no vamos a desfallecer hasta que nos escuchen y nos den soluciones”.

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