¡Mamá! ¡Papá! ¡Duerme conmigo! ¿A quién no le resulta familiar esta frase? ¿Quién de vosotros no se ha quedado dormido en esa pequeña cama de dos por dos, esperando a que el más pequeño de la casa se durmiera? Pero (...) ¿te has preguntado realmente qué esconde este reclamo?
En la actualidad, cada vez son más las familias que acuden a consulta en busca de algún consejo, alguna técnica que ayude a los más pequeños de la casa a tener un sueño reparador, alejado de los continuos despertares y los paseos nocturnos de habitación en habitación y, más concretamente, de cama en cama.
El sueño es una función básica. Una función vital para la supervivencia y, por supuesto, para lograr un desarrollo óptimo de los más pequeños. En resumidas cuentas, podríamos decir que el sueño es salud. Por ello, es importante conocer qué podemos hacer como padres para lograr un sueño reparador.
Rutinas antes de dormir
Las rutinas son una de las variables esenciales en el desarrollo óptimo del sueño. Por ello, es indispensable que antes de irnos a dormir desarrollemos una serie de tareas y actividades de manera rutinaria. Rituales que, sin duda alguna, nos acercarán, poco a poco al momento de irnos a la cama: el baño relajante, el cepillado de dientes, el cuento antes de dormir. Situaciones que anticipan y preparan a los más pequeños al temible momento, en ocasiones, de ir a la cama.
Horarios
Como hemos explicado en líneas anteriores, el sueño es una función vital para la supervivencia y, consecuentemente, para lograr un desarrollo correcto, sobre todo, a edades tempranas.
Debemos tener presente que la cantidad de sueño varía en función de la edad. Por ello, es fundamental instaurar una serie de horarios. Variable que, sin duda, nos permitirá cumplir con las condiciones más adecuadas para el desarrollo de los más pequeños de la casa.
Cama solo para dormir
“La cama es solo para dormir” Quizás esta sea una de las frases más repetidas por padres y generaciones anteriores. En la actualidad, cada vez es más frecuente que niños y adolescentes hagan vida en su habitación, utilizando la cama para todo: comer, ver la tele, jugar a la videoconsola, etc. Es importante tener presente que la cama debe ser sólo y exclusivamente para dormir. De esta forma, nuestro cerebro dejará de asociar la cama como una actividad altamente estimulante como pueda ser ver la televisión o jugar a la consola.
Limitar las tareas por la noche
Como adelantamos en líneas previas, antes de ir a dormir es esencial realizar una serie de rituales que preparen a los niños para el momento de ir a la cama. Pero (...) ¡ojo no todo vale! Debemos limitar las tareas de la noche, alejándonos de aquellas altamente estimulantes y optando siempre por las de cohorte más relajante.
