Jerez

El PP tacha de ?hortera y de mal gusto? la ornamentación floral

González de la Torre aboga porque imperen en el centro las formas clásicas

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El concejal del grupo municipal del Partido Popular (PP), Diego González de la Torre, calificó ayer  la ornamentación que el equipo de Gobierno de Tomás Herrera está implantando por el centro de la ciudad como “hortera y de mal gusto”. A modo de ejemplos, el concejal popular se refirió a los maceteros que se han colocado en el Callejón del Ritz y su perpendicular que, “al margen de su más que dudosa belleza, pueden significar un estorbo para las máquinas limpiadoras y, lo que es más preocupante, para la entrada y/o salida de vehículos de emergencia (ambulancias, policía, bomberos o protección civil)”.

Otro ejemplo “del mal gusto que se ha adueñado del equipo de Gobierno de Herrera”, asegura González, “lo tenemos en la céntrica Plaza Alta”.  “No se conforma con estar acabando con las palmeras que han sido un símbolo de este lugar, sino que, además, ahora ha colocado unos conos (reciclados de la calle Regino Martínez), adornados con flores, cuyo conjunción con el entorno es imposible para cualquier ciudadano, menos para el alcalde”, añadió.

Formas clásicas
La calle Regino Martínez, aún inacabada, “también se está convirtiendo en un elemento más de esta oda al mal gusto que está promoviendo el alcalde en el centro de la ciudad, con unas farolas que ya muchos ciudadanos comparan con un carril de incorporación a una autovía”.

La Plaza San Bernardo es otro ejemplo “de una ornamentación muy alejada del sabor tradicional andaluz que debería tener una ciudad como Algeciras”. 

Como alternativa, el PP apostaría “por esa imagen tradicional, con cruceros, farolas fernandinas, bancos de herraje y naranjos para dar sombra, elementos que han quedado del todo descartados por el equipo de Gobierno”.

    Por tanto, los populares consideran que “en el centro de la ciudad deben imperar las formas clásicas, y, en el caso de que se pretenda recurrir a la modernidad, existen ejemplos muy concretos de que el buen gusto no está reñido con ésta”. 

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