Granada

Juzgan a vecinos de Pinos Puente por extorsionar con préstamos a un ludópata

La Fiscalía solicita para nueve de los procesados penas de seis años de prisión por delitos continuado de extorsión y de coacciones

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  • Sección Segunda de la Audiencia de Granada. -

La Audiencia de Granada juzga desde este lunes en la sede judicial de La Caleta a un grupo de vecinos de Pinos Puente acusado de extorsionar y coaccionar a un hombre -que sufría adicción al juego y a las drogas- y a su familia a través de préstamos con intereses "astronómicos" y que quedaron en la ruina.

La Fiscalía, según recoge el escrito de acusación al que ha tenido acceso EFE, solicita para nueve de los procesados penas de seis años de prisión por delitos continuado de extorsión y de coacciones.

De acuerdo al relato del Ministerio Público, un hombre que sufría de acción al juego (ludopatía diagnosticada), así como a sustancias estupefacientes, en fechas anteriores a julio de 2017 solicitó a varias personas varios préstamos de dinero por distintas cantidades.

De esta forma, contrajo una infinidad de deudas monetarias que se iban incrementando con intereses desproporcionados con el simple transcurso del tiempo.

Una vez que su padre tuvo conocimiento de la situación en la que estaba su hijo, con el fin de auxiliarlo, pidió también a dichas personas préstamos monetarios que igualmente tenía obligación de devolverles junto a unos altos intereses que se multiplicaban con el paso del tiempo.

Los préstamos indicados fueron solicitados a algunos de los acusados y a familiares, de forma que algunas de las deudas contraídas tanto por el progenitor como su hijo comenzaban siendo en ciertos casos de 50.000 euros y ascendían más tarde a 430.000.

Pese a haberse abonado 122.000 euros, restaba por ejemplo el pago de más de 600.000 euros dado los intereses devengados.

Según la Fiscalía, en muchos casos las cantidades restantes que padre e hijo debían a los acusados producían también intereses "exorbitantes" cuyo cobro se reclamaba.

Con el propósito de cobrar las deudas que tanto el hijo como el padre les debían, los prestamistas y acusados, en conjunción con los demás procesados, reclamaban insistentemente a ambos el pago de las mismas y los amedrentaban y atemorizaban haciéndoles saber que si no pagaban les causarían lesiones o incluso la muerte.

Dado que los intereses de las deudas contraídas alcanzaban cantidades "exorbitadas" el padre se vio incluso obligado a deshacerse de diferentes bienes de los que disponía, a hipotecar algunas propiedades familiares e incluso a recurrir a bienes de su madre, que tenía entonces 75 años.

"Agobiado y atosigado", indica la acusación pública, por las conminaciones "agresivas" que los acusados le hacían personándose en su domicilio de Pinos Puente para que satisficiese las deudas contraídas junto con sus respectivos intereses que alcanzaban cantidades "astronómicas", acudió junto a su madre a notarias y otorgaron diversas escrituras de reconocimiento de deudas que en algunos casos superaban el millón de euros.

Incluso se efectuó una escritura de compraventa de una gasolinera, así como el bar y la casa anexos a dicha estación de servicio, a favor de una sociedad que tres de los acusados habían constituido para lucrarse económicamente.

Asimismo, algunas de las escrituras de reconocimiento de deuda fueron más tarde utilizadas por ciertos acusados como títulos ejecutivos en los que basar y fundamentar sus reclamaciones monetarias ante los tribunales, lo que dio lugar a la incoación de distintos procedimientos.

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