La organización de camareras de piso Kellys Sevilla se ha mostrado reticente a la hora de celebrar la firma del nuevo convenio laboral entre los sindicatos provinciales de UGT y CCOO, junto con la patronal de hostelería, al considerar que el nuevo convenio laboral "agravará aún más" la diferencia salarial.
Así lo ha indicado en declaraciones a Europa Press la portavoz de esta organización, Esther Salinas, quien ha señalado que es "crítica" porque recibió "propaganda que no le gustó porque el anuncio decía que el convenio favorecía especialmente a las camareras de piso, cuando no es así".
La firma de este nuevo convenio laboral estipula una subida salarial de hasta el ocho por ciento en 2024. El texto rubricado en la sede de CCOO de Sevilla recoge cláusulas para que si el aumento del Índice de Precios al Consumo (IPC) es mayor al incremento salarial para ese año, los sueldos mejoren hasta un 0,5 por ciento más.
De este modo, Salinas ha considerado "insuficiente" la subida salarial prometida, ya que "la diferencia va a aumentar, no disminuir".
La portavoz ha afirmado que el 1,5 por ciento pactado a partir de 2024 no va a "suponer gran cambio", puesto que la diferencia salarial de ellas, respecto a las categorías superiores del convenio laboral se "agravará" en los próximos años en la subida conjunta del ocho por ciento, propiciando que "la diferencia sea mayor, y a pesar de ese 1,5 exclusivo, el sueldo de las Kellys seguirá siendo inferior".
Salinas ha querido dejar claro que, "si los sindicatos, que no han contado con nosotras para la redacción del convenio, quieren entrar en una batalla salarial, también podemos hacerlo".
Asimismo, la portavoz ha indicado que la subida salarial prometida no es tal, ya que la diferencia que les prometen es " un 1,5 por ciento más a partir de 2024, tras una subida conjunta de todos del ocho por ciento, creando incluso mayor diferencia". Dentro del convenio laboral, las camareras de piso se encuentran en el "nivel 3 bis", un nivel creado "específicamente para ellas" y que se incluyó en el convenio laboral de 2016. Este nivel es "simbólico" ha declarado, pues "cobramos solo 50 euros más que la última categoría, la cinco".
Las camareras reclaman estar o bien en el nivel 3, "una categoría a la que deberíamos pertenecer por justicia", donde estarían en la misma categoría que camareros de hotel y buffet, y les reportaría una mejora salarial de "111,11 euros"; o bien, en caso de crear un "bis" en uno de los niveles, crear un nivel "2 bis", en la misma categoría que los "mandos intermedios" y que les reportaría una subida salarial de "195 euros más que ahora".
Además, ha asegurado que actualmente lo normal es que las jornadas de las Kellys "suelan ser de seis horas", por lo que "hay que adecuar el sueldo a estas horas". "Durante este tiempo no tienen derecho ni a comida", ha aseverado.
Sin embargo, Salinas ha afirmado que la principal reivindicación de las Kellys no es la salarial, sino "la explotación laboral". Las camareras de piso, ha afirmado, tienen un contrato de jornada laboral pero en los mismos contratos se les asigna "un número de habitaciones concreto para limpiar cada día". Esto conlleva a que la jornada laboral se "convierta en un contrato de productividad específico", cuando la realidad es que "no trabajan por habitación, sino por horas".
Por último, ha concluido que las camareras se ven "obligadas" a llevar una "sobrecarga" de trabajo para cumplir con las habitaciones asignadas, ya que hasta que no estén "todas acabadas, no finaliza su jornada laboral".
Por ello, quieren incluir dentro del convenio laboral que el reparto de las habitaciones se haga "acorde" a las horas que se trabajan y "no a la cantidad de habitaciones que necesiten ser limpiadas sin importar la cantidad de horas que se puedan echar".
