Publicado por la Universidad y la Maestranza de Sevilla y traducido al español por Rafael Mazarrasa con una introducción de Jorge Maier Allende, de la Real Academia de la Historia, El cuerno y la espada tuvo un gran impacto en EEUU y el Reino Unido en los años sesenta, pero pasó casi inadvertido en España, donde no se tradujo.
Doctor en Antropología Social, Jack Randolpf Conrad fue profesor de Antropología Psicológica en Duke University (Durham, Carolina del Norte) desde 1943 y en la investigación que efectuó por todo el mundo para escribir este libro visitó España entre 1950 y 1953.
Ejemplares de esta obra formaron parte de la biblioteca del Nobel Ernest Hemingway y del antropólogo inglés Julian Pitt-Rivers, buen conocedor de las fiestas populares de España, país en el que vivió buena parte de su vida.
Maier Allende achaca el poco eco de la obra en la España franquista a las conclusiones que Conrad alcanza en el último capítulo de su obra al afirmar que el aficionado a los toros está contra la autoridad: “Para un verdadero aficionado el toreo es en esencia una reafirmación del valor del individuo frente a las grandes restricciones familiares, políticas, económicas y religiosas”.
“El español se encuentra muy restringido en esos terrenos y sin embargo rompe las ataduras que lo mantienen confinado mediante su participación identificada en la corrida de toros”, escribe Conrad en los años cincuenta.