San Fernando

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Dos horas con el cuello torcido hacia arriba para ver una película en los cines isleños

Miguelón Redondo Rosillo denuncia que ninguno de los dos cines de San Fernando cuenta con salas adaptadas para personas en silla de ruedas

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  • Miguelón en una imagen de archivo. -

Miguel Redondo Rosillo, más conocido como Miguelón, se ha caracterizado siempre por denunciar todas las trabas que día a día se encuentra alguien como él para poder disfrutar de San Fernando con su silla de ruedas, convirtiéndose poco más a menos que en altavoz de personas que tienen movilidad reducida.

Durante los últimos años ha llevado a cabo diferentes cruzadas como, por ejemplo, contra los adoquines que poblaban muchas zonas del centro de la localidad isleña o la falta de accesibilidad de la estación de Bahía Sur, algo que ha quedado resuelto recientemente.

Pues bien, en esta ocasión su denuncia va enfocada a los dos cines con los que cuenta en la actualidad San Fernando, es decir, el Abaco de Bahía Sur y el de San Fernando Plaza que, según él, “no cuentan con salas adaptadas para silla de ruedas”.

Echando la vista atrás recuerda como hace en torno a 15 años, tanto él como sus compañeros y amigos del CRMF, podían ver sin problemas las películas en los antiguos cines de Bahía Sur, “ya que teníamos sitio para varias sillas y para poder ver la pantalla de frente”.

Sin embargo, esta circunstancia no se ha tenido en cuenta en el nuevo cine del centro comercial. “Tenemos que ver la película en la primera fila a pie de pantalla, teniendo que tener dos horas el cuello doblado hacia arriba, lo que hace que el rato te duelan tanto el cuello como la cabeza”, afirma.

Miguelón señala que antes de que se iniciaran las obras del cine puso sobre la mesa varias sugerencias para facilitase su presencia en él a las personas con sillas de ruedas, “pero no sirvieron de nada”.

Afirma que esta situación también es idéntica en los cines del San Fernando Plaza, a los que también hizo saber la idoneidad de adaptar una de las salas, pero también cayó en saco roto.

Es por ello que invita a los responsables de ambos cines a ver una película junto a él y en silla de ruedas para que compruebe la veracidad de lo que denuncia.

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