Jerez

?El Estrecho, como la comarca, es una puerta a la diversidad?

Philippe Verborgh ?licenciado en Biología Marina por la Universidad de Newcastle, responsable del Departamento de Investigación de Circe?

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Desde hace más de diez años, Philippe Verborgh lleva estudiando los cetáceos en el Estrecho de Gibraltar. -
  • ?Si no se cuida la pesca artesanal del atún rojo y se sigue permitiendo su esquilmación, la orca desaparecerá?
Circe lleva desde el año 1999 trabajando en el Estrecho de Gibraltar con los cetáceos. De esos más de 10 años, ha sido testigo directo Philippe Verborgh (Bruselas, 1980), licenciado en Biología Marina por la Universidad de Newcastle. Actualmente es el responsable del Departamento de Investigación de Circe, además de estar realizando su tesis doctoral sobre la demografía y genética de los calderones comunes.

— ¿Cómo fue lo de acabar en Tarifa estudiando cetáceos?
— Pues la verdad que empezando como asistente de investigación en el año 2001, al principio trabajaba en Francia, en La Rochelle, y fue cuando conocí Circe. En ese momento me dedicaba a subir contenidos en francés en la página web, y me ocupaba de los diferentes programas de voluntariado de la asociación. Poco a poco, me fue gustando este mundo y acabé en Tarifa.

— ¿Cuándo se decidió a venir a vivir a Tarifa?
— Después de mi Master universitario, en el año 2004, ya había estado trabajando en el Estrecho durante varios veranos. En ese momento, decidí venir aquí e instalarme. Fueron unos principios duros, había pocos proyectos financiados, y había que buscarse la vida para investigar, no es que ahora estemos mucho mejor, pero al menos podemos centrarnos en estudiar los cetáceos viviendo sin grandes lujos.

— Vamos, que lo de vivir de la ciencia es algo complicado…
— Sí, trabajar en el mar con los cetáceos parece muy bonito, y lo es, pero también es duro, ya que no nos atrevemos ni a contar las horas que trabajamos, ni si es domingo, o si es verano o invierno. Si hay buen tiempo en el Estrecho, se sale al mar. En los últimos años, hemos tenido apoyos de entidades públicas y privadas, como la Fundación Biodiversidad, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Marino y Rural, de la Junta de Andalucía, de Cepsa, de la Fundación Loro Parque o del programa Volcam de Caja Mediterráneo, con eso hemos podido dedicarnos únicamente a investigar, pero la vida sigue, y siempre estamos pendientes de nuevas subvenciones. También debemos destacar las donaciones que nos hacen los que van haciéndose amigos de Circe y las aportaciones de los asistentes de investigación. Hay que tener en cuenta que salir al mar tiene un coste elevado, sin contar los que trabajamos, comida y demás.

— Circe estudia todos los cetáceos del Estrecho, ¿cuál es su proyecto actual?
— Yo estoy estudiando la demografía de los calderones comunes del Estrecho a través de la foto identificación, así como la genética a través de las muestras que tomamos con las biopsias. Gracias a estas dos técnicas de estudio, podemos conocer hoy día una estimación de población de calderón común del Estrecho así como la evolución de esta población de calderones campogibraltareños en los últimos 10 años.

— Sobre el calderón común, hay que recordar que esta población sufrió bajas importantes cuando un brote de ‘morbillivirus’ la arrasó, dejando más de 70 animales muertos, ¿cuál es el estado actual de la población?
— Aún tenemos que analizar muchos datos en profundidad. Pero los resultados a las primeras observaciones indican que se está recuperando. Es decir, que las crías que nacen sobreviven a su primer año y la tasa de mortalidad adulta ha vuelto a la normalidad.

— Por otro lado, hace poco desde Circe se anunció unos resultados interesantes sobre la genética de los calderones comunes.
— Pues como siempre, los resultados en ciencia conllevan más preguntas. Los calderones del Estrecho nos han dado unos resultados que muestran que son los más cosmopolitas de Europa, con una parte de la población que viene del mediterráneo, otra que es autóctona del Estrecho, y finalmente individuos parecidos a los que encontramos en el Atlántico. En lo que a calderones se refiere, podríamos decir que esta área es un reflejo de lo que es la comarca. Es cosmopolita y abierta a recibir a todo el mundo. El Estrecho, al igual que el Campo de Gibraltar, es una puerta a la diversidad.

—Y sobre esa diversidad, ¿qué puede usted contar del resto de especies del Estrecho?
— En el Estrecho de Gibraltar además de los calderones, podemos encontrar otras tres especies residentes, como son el delfín listado, el común o el mular. Luego en determinadas épocas del año encontramos también otras especies como cachalotes, orcas y rorcuales.

— ¿Cuál es el futuro que le ve al Estrecho y a sus cetáceos?
— Todo depende de lo que hagamos con él. La capacidad de conservar el Estrecho es de todos nosotros, y cuando digo todos, me refiero a administraciones públicas, empresas privadas y sobretodo, la ciudadanía. Si no se cuida la pesca artesanal del atún rojo, y se sigue permitiendo que en el Mediterráneo lo esquilmen, la orca del Estrecho desaparecerá. Si no se hace un esfuerzo para evitar colisiones en el Estrecho, los pocos cachalotes y rorcuales desaparecerán. Si no hacemos entre todos un esfuerzo por no arrojar residuos al mar, pues este ecosistema tan rico que tenemos en el Estrecho estará en peligro. Sin embargo, haciendo las cosas bien, esperamos que nuestras futuras generaciones puedan disfrutar como los estamos disfrutando nosotros de este paraíso de los cetáceos que tenemos desde la Bahía de Algeciras hasta Cabo Espartel y Cabo de Trafalgar.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN