Alonso subrayó que el éxito de la puesta en marcha de las instalaciones logísticas “sólo culminará con la apertura en el mar. Si cualquier inestabilidad portuaria coarta la apertura marítima, no habrá negocio”.
En esta línea, el consejero delegado recordó que “tiempo atrás hubo problemas con los portuarios que estaban tensando la cuerda y ahora me parece que hay algún problemilla más. Si no se solventa bien, el proyecto se caería. Si el agua no está abierta y canalizada, nosotros no pintamos nada”.
Alonso remarcó que su instalación “no está ligada a Hanjin, lo está a una apertura lógica al agua, y eso ha venido de la mano de TTI-A. Evidentemente el grupo inversor es Hanjin, pero esa terminal es pública y abierta a cualquier operador. En eso nos basamos, en la apertura a una multiplicidad de operadores”.
Desde Grupo Alonso se avisa que “el amago de los estibadores todavía no está terminado, hay que ver cómo culmina. Dios no lo quiera, pero si eso se entorpeciera, el empobrecimiento de la zona sería tremendo. Ahora hay algo ahí (en Algeciras) que creo que ni portuarios ni nadie llega a valorar. Si se estropea por unos intereses cortoplacistas o de pocas miras de la estiba, podría ser un desastre monumental para zona”.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento, el grupo valenciano aclara que “si el mar se abre de una forma clara, las perspectivas de crecimiento son muy amplias. Se pondría a los pies de España una nueva salida al mar. Partiendo de cómo funcionase la economía global, se iría creciendo exponencialmente, siempre y cuando la salida al agua sea agresiva y económica, y que no haya extorsión ni empobrecimiento por ningún resorte. Que unos pocos quieran comer mucho coarta que todos coman bien, y la gente todavía no se da cuenta”.
El grupo logístico aclara que “TTI-A abre un nuevo camino y una apertura en el Estrecho. Si esa terminal o cualquier otra con esa filosofía no se abre, todo peligra. A nosotros no nos sirve una Algeciras haciendo transbordo como hasta ahora, nos sirve una Algeciras con las puertas abiertas al mar. Somos un cambio de filosofía”.
Eso sí, el grupo valenciano subraya que, además de que el comercio mundial repunte, es necesario que el nacional también lo haga para lograr un completo desarrollo del nuevo proyecto.
Tecnología
Jorge Alonso se refirió a la inversión en tecnología e innovación. Para el consejero delegado, “en logística, el que no innova, no tiene tecnología puntera y no es rápido, se lo lleva la corriente. El negocio logístico es muy agresivo”.
El consejero delegado reveló, sobre las ayudas de la Junta, que la Administración andaluza “ha mirado las subvenciones que podrían adecuarse al proyecto mientras nosotros estamos en negociación directa con Torraspapel”.
Una negociación que, si bien se ha prolongado en el tiempo, “está cerrada”. Con todo, existe “el riesgo de que, hasta que no se culmine la operación, Torraspapel encuentre un mejor postor”. Así, la operación está acordada, “pero todavía no se ha pagado. Hasta que no se pague no estará del todo terminada”.
A este respecto, Alonso resalta que “se ha llegado a un justiprecio correcto” por los terrenos de la extinta papelera. Así, sólo resta por concretarse tanto la parte que deberá aportar directamente el grupo valenciano como la que proporcionarán los bancos, si bien “hay que tener en cuenta el conflicto bancario actual”.
Respecto a la posibilidad de que la compraventa no pudiera llevarse a cabo, Grupo Alonso indica que “se planteará otra ubicación , pero no creo que sea lo mejor para la comarca, y además las cosas se complicarían un poco”.
Sea como fuere, la compañía tiene previsto “introducir la figura del consejero de trabajo para entablar la cuestión del reciclaje con los trabajadores y clarificar esa parte”.
Giro hacia Algecira
El consejero delegado indica que “el Puerto Bahía de Algeciras está en un sitio que no es el de Valencia, donde se juntan las rutas norte con las rutas sur. Está ubicado en un muy buen sitio marítimo y lo que hay que hacer es complementar esto con una estrategia terrestre como la nuestra para darle salida”.
De esta forma, Alonso prevé que “muchas cargas entrarán y saldrán por Algeciras en vez de salir por otros puertos. En nuestra instalación buscamos que confluyan el interés marítimo con el terrestre, a través de una economía lógica. No somos magos, hemos visto que es necesario cambiar un poco la logística por interés económico”.
En cualquier caso, el grupo valenciano señala que “nos sirve la experiencia logística que hemos tenido en el puerto de Valencia, ya que allí nos hemos dedicado a hacer esto. El puerto de Valencia tenía antes un hinterland muy poderoso pero hoy pensamos que, con la apertura de la nueva terminal en Algeciras, los poderes en el mar cambian. Por eso estamos variando hacia Algeciras”.
