Granada

La Dama de Baza, medio siglo en un exilio que podría ser eterno

En 2020, el Senado apoyó una moción para solicitar al Gobierno el regreso de esta escultura de piedra caliza a Baza

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  • La Dama de Baza -

Un informe del Ministerio de Cultura sobre posibles daños retiene en el exilio a la Dama de Baza, una escultura íbera tallada en piedra caliza hace 25 siglos y localizada en 1971 en el Cerro Santuario de Basti, en Granada, a unos 500 kilómetros del Arqueológico de Madrid que la custodia desde su hallazgo.

Baza, en la zona norte de Granada, inició hace medio siglo su particular partida para conservar en casa a su Dama, un referente del arte íbero localizada en el verano de 1971 y exiliada desde entonces en Madrid.

El trabajo del arqueólogo Francisco Presedo y el tino de los obreros Manuel Martínez Valdivieso y Baldomero Álvarez Morenate sirvieron para desenterrar 25 siglos después esta imagen que podría ser una diosa o una guerrera, pero que se convirtió en la Dama de una Baza de la que salió para unas tareas de restauración en lo que ha sido hasta el momento un viaje solo de ida. 

Tras aquel traslado casi con nocturnidad, Baza ha jugado sus cartas para ganar una mano que le permita al menos la vuelta temporal de su Dama, esa imagen omnipresente en establecimientos, museos o el callejero local pese a estar a casi 500 kilómetros, una distancia que ha hecho que muchos bastetanos aún no conozcan a su vecina más emblemática. 

La sepultura 155 de la necrópolis de Basti cobijó durante siglos esta imagen que décadas después se sigue estudiando por ser uno de los descubrimientos del mundo íbero más importante de las últimas décadas.

En 2020, el Senado apoyó una moción para solicitar al Gobierno el regreso de esta escultura de piedra caliza a Baza para el 50 aniversario de su hallazgo, un respaldo a las continuas peticiones municipales que pintaba como un póker ganador y se quedó en un farol. 

Esta semana, un documento elaborado a petición de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes sobre el estado de conservación de las tres damas ibéricas del Museo Arqueológico Nacional (MAN) -la de Baza, la Dama de Elche y la del Cerro de los Santos-, vuelve a repartir malas cartas para Granada.

Ese informe desaconseja mover las famosas esculturas de Baza y Elche (Alicante) ya que "cualquier variación en los parámetros ambientales derivada de un traslado de la obra puede desencadenar mecanismos de alteración física".

Esa vulnerabilidad de las Damas ha sido un nuevo jarro de agua fría para Elche y Baza, que llevan décadas enrocados con Cultura para tener al menos una cesión temporal de las imágenes que nunca llega. 

El alcalde de Elche, Pablo Ruz, ha propuesto un frente común de las dos ciudades para conocer más sobre la conservación de las esculturas y ya ha contactado con el primer edil de Baza, Pedro J. Ramos, ambos del PP. 

Ramos, según han informado a EFE fuentes municipales, mantiene las conversaciones con el alcalde de Elche, pero ha enfocado la nueva partida en exigir compensaciones que permitan a Baza seguir excavando en los yacimientos en los que apareció la escultura y activar acciones turísticas y culturales.

"Si en Baza fuéramos capaces de mantener, igualar o mejorar la conservación de nuestro patrimonio, habría que estudiar la posibilidad del traslado", ha añadido Ramos, que no descarta cambiar la petición de un préstamo temporal por un traslado definitivo.

Para minimizar el impacto de este destierro, Baza mantiene actividades culturales, educativas y turísticas sobre su Dama, una gran urna cineraria antropomorfa sentada sobre un trono alado que destaca por su gran nivel de conservación y por haber aparecido con su ajuar.

Y hasta que la escultura vuelva, o por si no lo hace, un equipo multidisciplinar compuesto por arqueólogos, arquitectos, conservadores, informáticos y restauradores diseñó una "máquina del tiempo" encargada de narrar a los visitantes de los yacimientos de Cerro Cepero y la Necrópolis de Cerro Santuario cada detalle de lo que pasó hace milenios en este enclave.

La tecnología con códigos QR, imágenes en 360 grados o realidad aumentada buscan eliminar kilómetros y compensar un exilio forzado que podría ser eterno.

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