Se habla de ola de calor cuando hay una persistencia en el tiempo de, al menos, tres días consecutivos de altas temperaturas, explicó hoy en una entrevista con Efe el portavoz y jefe de predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel Alcázar.
En función de las áreas geográficas, el día más sofocante se producirá hoy y el viernes en el Valle del Ebro, mientras que en el sur y en el centro peninsular lo será hoy y el fin de semana.
Las temperaturas máximas se registrarán en el Valle del Guadalquivir, en donde “fácilmente se alcanzarán los 42 grados e incluso valores superiores –de 43 a 44 grados– en puntos de Sevilla, Córdoba y Jaén”, añadió Alcázar.
Hoy, una docena de provincias estarán en alerta naranja (riesgo importante), sobre todo de Castilla-La Mancha, Andalucía y Aragón; ayer solo Jaén y Sevilla estuvieron en este mismo nivel de riesgo.
En lo que va de mes no se ha roto ningún récord histórico, pero de forma global agosto va camino de convertirse en uno de los más calurosos de las últimas tres décadas: “parece que por lo menos un grado por encima de los valores medios”.
Además de este parámetro, Alcázar ha destacado que durante el presente mes de agosto ha habido episodios tormentosos “muy significativos” en el sur y en el levante.
Y “probablemente” la precipitación ha estado por encima de la media en el cantábrico y por debajo en Galicia, además de producirse temperaturas un poco más bajas en el norte.
El pasado mes de julio también superó en 1,8 grados la temperatura media de los últimos treinta años en España para este periodo, un mes durante el cual se alcanzaron o superaron los 40 grados en muchos puntos de la mitad sur peninsular.
Tras estos días de asfixiante calor, el domingo o lunes próximos “llegará una pequeña borrasca al oeste de la península, la circulación seguirá siendo de sur en zonas del sur peninsular, pero en cambio será del este en el Levante y eso va a hacer que refresque en esa zona”.
En cuanto al actual año hidrológico, que acaba el próximo 1 de octubre, Alcázar ha recordado que la primavera última ha sido muy lluviosa , por lo que los valores medios siguen estando a fecha de hoy por encima de la media, casi un 25% más.
Esta circunstancia ha provocado que los suelos se hayan mantenido húmedos hasta muy tarde –”bien entrado el mes de julio”– y, en consecuencia, no ha habido combustible muy seco para que comenzaran a desatarse los fuegos.
El factor meteorológico explica también el negativo balance de incendios que ha habido este verano en Portugal: en el noreste de porque ha llovido por debajo de la media.
