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Recurren archivo por la muerte de una joven arrollada en su patinete en un paso peatonal

La jueza considera que fue "una imprudencia" de la víctima de 18 años, que viajaba además en el vehículo eléctrico con su hermano de 10 años

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  • En patinete eléctrico. -
  • El atropello ocurrió el pasado 24 de mayo cuando iban de su casa a un centro escolar de Estepona
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Estepona ha sobreseído provisionalmente la investigación abierta por la muerte de una joven de 18 años, ocurrida el pasado 24 de mayo en esa ciudad, después de que fuera arrollada por la conductora de un turismo en el momento en el que estaba cruzando un paso de peatones con el patinete eléctrico.
 
En el Vehículo de Movilidad Personal (VMP) viajaba también su hermano de 10 años, que resultó con heridas graves aunque finalmente se recuperó. No así Camila A. L. M. que tras ser trasladada en helicóptero a Urgencias del Hospital Regional de Málaga falleció al día siguiente, por las graves lesiones de traumatismo sufridas en la colisión con el coche.
  
El archivo provisional de las diligencias previas, de fecha 3 de octubre, ha sido recurrido por la familia de la joven fallecida ante la Audiencia Provincial, por entender que no se habrían practicado todas las actuaciones para tratar de esclarecer las circunstancias en las que se produjo el fatal atropello y si éste pudiera haberse evitado.
 
La acusación particular pretende que se determine pericialmente a partir de los daños del turismo si éste iba a una mayor velocidad que la fijada en esa zona de la vía urbana (30 km por hora). También que se solicite judicialmente a la operadora de telefonía si la conductora había utilizado el móvil en esos instantes previos, y la posibilidad de distracción cuando circulaba. Sin embargo, la jueza sostiene en su auto que no habría delito alguno dado que el trágico resultado se produjo "por la propia imprudencia de la conductora del patinete, quien no se habría cerciorado antes de cruzar el paso de peatones" que en ese momento se encontraba circulando un turismo que ocupaba el mismo.
 
CIRCUNSTANCIAS PREVIAS
 
El suceso ocurrió pasadas las 8:30 horas, en la calle Guillermo Cabrera, cerca del centro comercial La Cañada, cuando Camila A. L. M. se dirigía desde su casa para acompañar a su hermano. La joven se ofreció a su madre, que se encontraba indispuesta tras un viaje reciente, para llevar esa mañana al menor al colegio público Valeriano López, donde el pequeño estudiaba 5º de Primaria.  Para ello decidió alquilar un vehículo de movilidad personal, propiedad de una empresa concesionaria del Ayuntamiento de Estepona, subiendo a su hermano en el patinete. Ninguno de ellos llevaba casco en ese momento. El cuerpo de la víctima salió despedido, mientras que el menor quedó montado en el capó unos metros.
 
De camino al colegio, el vehículo eléctrico circuló buena parte por el carril bici habilitado, pero al acabar éste, tuvieron que cruzar a la vía principal, y lo hicieron por el paso peatonal montados ambos en el patinete.  Según la resolución judicial, la joven de 18 años, sin tener la condición de peatona en ese instante, decidió cruzar subida el paso de la vía, "sin tomar las mínimas medidas de seguridad para atravesarlo, tal y como establecen las normas de tráfico".
 
La muchacha "irrumpe de forma sorpresiva en el paso de peatones" y comienza a cruzarlo sin que la conductora del turismo tuviese posibilidad de reaccionar. La prueba de alcoholemia que se le practicó, y que figura en el atestado, arrojó un resultado negativo de 0,0 mgr. de alcohol por litro de aire espirado. Se da la fatal circunstancia que la conductora del turismo era profesora en el mismo centro educativo del menor de 10 años, y viajaba además con su hijo pequeño dentro del coche.  Tras el atropello, la docente, que estaba embarazada, intentó auxiliar a ambos, pero tuvo que ser atendida también en el lugar. La madre de los accidentados llegó diez minutos después, y la profesora, según testigos presentes, lamentó lo sucedido afirmando a la madre que no había visto el patinete con los dos chicos subidos. 
 
Al igual que su hermano pequeño, Camila A. había nacido en Marbella y estudiaba 4º de la ESO en el instituto Meditérrano de Estepona, con la intención de prepararse para ser bailarina.  Tras su fallecimiento, en la madrugada del 25 de mayo en el Hospital Regional de Málaga, la familia de Camila decidió donar sus órganos a la sanidad pública, y después de incinerarla arrojaron sus cenizas al mar. 
 
DECLARACIÓN DE TESTIGOS SOBRE LA VELOCIDAD A 30 KM
     
Para el sobreseimiento provisional, la jueza ha tenido en cuenta la declaración de varias personas que se encontraban presentes en el momento del accidente, y que manifestaron que "el turismo circulaba a una velocidad muy normal para la zona", sin que creyesen que superara los 30 kilómetros a la hora
 
Según los testigos, habría sido el patinete el que irrumpió de forma imprevista en el paso peatonal, cuando en ese momento ya estaba el coche circulando por el mismo. En esta investigación previa también ha declarado el hermano de la fallecida, que manifestó, según el auto a la Policía Local de Estepona, que "iban circulando ambos por la acera y no se pararon en el paso de peatones", lo que habría determinado la trágica colisión con el turismo a primera hora de la mañana.
   
Por todo ello, la jueza de Estepona concluye que se trató de una imprudencia de la joven que no se habría cerciorado antes de cruzar, y acuerda el archivo de las diligencias previas dejando la posibilidad a la familia y al despacho jurídico Procer Abogados de posibles acciones civiles. 
 
Será ahora la sección penal de la Audiencia Provincial de Málaga la que determine si se archiva la causa por este accidente de tráfico, o si ordena a la jueza practicar nuevas pruebas para determinar, como pretende la defensa de la familia, la velocidad que llevaba el coche en ese momento y otras circunstancias.

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