Se trata de uno de los cinco proyectos que está llevando a cabo la UMA en el marco de la iniciativa «5G+Tactile», que prevé realizar mejoras en la red 5G y aplicar esta tecnología a diferentes casos de uso en los ámbitos del coche conectado y autónomo, la seguridad ciudadana y la agricultura de precisión.
«5G+Tactile» cuenta con una dotación de 4 millones de euros de los fondos europeos Next Generation y en su despliegue, además de la universidad, participan una decena de empresas e institutos punteros en el campo del 5G y sus aplicaciones, como son Telefónica, Nokia, Alisys, HeadNet, Nemergent, Dekra, Keysight Technologies, Vicomtech y el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) La Mayora.
Medio centenar de investigadores están involucrados en este gran proyecto, una veintena de ellos desde la universidad, y su objetivo es presentar los primeros resultados en marzo de 2024.
Agentes robóticos de cuatro patas
Uno de estos equipos está realizando ya pruebas para que pronto comiencen a patrullar en el centro de la ciudad de Málaga los primeros androides de cuatro patas, equipados con cámaras de 360 grados y dotados de inteligencia artificial, que sirvan de apoyo a la Policía Municipal.
La idea es que estos perros robot sean una especie de «ayudantes» de los agentes y que se puedan mover por las calles «con cierta libertad» para reconocer situaciones anómalas o problemáticas, como un robo, una aglomeración, una caída o un objeto sospechoso, y transmitir esta información a la policía.
«Está por definir cuántas cosas queremos que haga, más allá de enviar imágenes en tiempo real y hacer algún tipo de análisis de la situación, como por ejemplo si queremos que genere alarmas o alguna otra acción de advertencia ciudadana», explica a EFE Pedro Merino, uno de los profesores de la UMA que dirigen los proyectos de ‘5G+Tactile’ junto a María del Mar Gallardo, Manuel Díaz, José Francisco Aldana, Almudena Díaz y Rodrigo Román, todos ellos investigadores del Instituto de Tecnología e Ingeniería del Software José María Troya Linero (ITIS).
Uno de los primeros cometidos de estos robots, explica Merino, podría ser la detección de «patinetes que circulan a gran velocidad» por las calles de la ciudad. «Parece que es un problema y la Policía quiere que esa sea la primera prueba concepto», apunta el experto.
En este proyecto, que se va a desarrollar en el centro de Málaga porque ya hay en la zona una red privada 5G, la UMA cuenta con la colaboración de Telefónica y Alisys, además de la Policía Local.
El 5G aplicado al campo
La UMA trabaja también en cómo los drones y robots pueden ayudar al campo. El proyecto, en este caso, se desarrolla en la finca que el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea tiene en Algarrobo, a unos 40 kilómetros de Málaga capital, donde se realiza investigación científica especializada en horticultura intensiva y fruticultura subtropical.
Los investigadores quieren mostrar cómo la tecnología puede mejorar algunas actividades que actualmente se llevan a cabo de forma manual en el mundo agrícola.
Robots equipados con sensores permiten la monitorización de los cultivos, proporcionando información en tiempo real de factores como la humedad, el estado de una planta o la maduración de un fruto.
Los investigadores de la UMA desean ir un paso más allá y crear un robot controlado en remoto que pueda, por ejemplo, realizar automáticamente la polinización de una planta.
«Uno de los ejercicios que queremos plantear es si somos capaces de hacer una polinización de pitaya -planta conocida como fruta del dragón- a cierta escala y con un método automatizado. Se trata de hacerlo con algún tipo de vehículo que se desplace, que reconozca la flor, que vea su estado de apertura y que sea capaz de polinizarla», explica Pedro Merino.
Mejora del coche conectado
Los investigadores de la UMA, por otra parte, trabajan en la mejora del coche autónomo -sin conductor- y para ello cuentan con la ayuda de empresas como la vasca Vicomtech o la alemana Dekra, que dispone de un circuito de ensayos para este tipo de vehículos en el parque tecnológico Málaga TechPark.
Quieren ver qué ocurre cuando uno de estos coches autónomos, capaces de circular sin la intervención de una persona, han de pasar al modo de teleconducción -una persona lo controla en remoto- cuando ocurre un imprevisto, y mejorar el tiempo de respuesta de esta transición.
No son los únicos proyectos vinculados a la tecnología 5G y 6G que está desarrollando la Universidad de Málaga, apunta Merino, que recuerda que ahora hay en marcha hasta ocho proyectos de esta temática que están captando financiación y atrayendo investigadores de primer nivel.
Destaca, en este sentido, que Málaga cuenta con una infraestructura «muy buena» y una red privada de 5G «completamente funcional», lo que posibilita que para llevar a cabo estos ensayos no se tenga que recurrir a la red comercial de un operador: «Hemos convertido Málaga en la universidad y el Instituto de Tecnología e Ingeniería del Software en un centro de pruebas de tecnología 5G», ha señalado.