Alejandro Ramírez | El cerebro también envejece. Los años que pasan, de hecho, dejan su huella en este órgano tan importante, que sin embargo puede ser estimulado de manera positiva a cualquier edad.
Para mantener el cerebro sano incluso después de los 60 años, por ejemplo, es posible implementar diversas estrategias que permitan potenciar las capacidades cognitivas y proteger el bienestar de las células cerebrales, reduciendo además el riesgo de desarrollar algunas patologías degenerativas o, simplemente, manteniendo siempre entrenado el pensamiento y la memoria.
La receta perfecta para entrenar el cerebro consta de una serie de ingredientes diferentes, empezando por la alimentación y siguiendo con la actividad física, el cuidado del sueño y otras conductas que se consideren útiles y eficaces.
Comida que es buena para la mente
Para entrenar el cerebro es importante consumir ciertas categorías de alimentos ricos en nutrientes fundamentales. Entre ellos se encuentran los cereales integrales, elaborados a partir de harinas sin refinar, capaces de liberar la glucosa más lentamente y estimular la concentración.
Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 también demuestran ser valiosos aliados para la salud del cerebro, como las nueces, el pescado azul y las semillas de lino. Finalmente, una dieta que incluya el consumo de alimentos antioxidantes realmente puede estimular las funciones cognitivas y neutralizar la acción de los radicales libres, responsables de acelerar el proceso de envejecimiento celular.
La importancia del sueño
Un buen sueño reparador también contribuye a mantener la salud del cerebro. Es fundamental dormir al menos siete horas por noche, para poder levantarse de la cama descansado y concentrado. La falta de sueño, especialmente si es prolongada, corre el riesgo de afectar negativamente la calidad de vida y comprometer el bienestar tanto físico como mental.
Actividades que estimulan las neuronas
¿Cuáles son las actividades que estimulan las neuronas y entrenan el cerebro? Incluso a los 60 años es muy útil mantenerse ocupado cultivando un pasatiempo, organizando viajes fuera de la ciudad, pasando tiempo en compañía…
Además, algunos tipos de «entrenamiento» como la lectura, el uso del smartphone y la tablet, jugar a las cartas, realizar los clásicos crucigramas o sudokus son especialmente útiles para el cerebro y la memoria. Incluso decidir aprender algo nuevo, por ejemplo inscribirse en un curso de danza, idioma, fotografía u otro, puede marcar la diferencia.
Sin estilo de vida sedentario
Un estilo de vida sedentario puede convertirse en enemigo tanto de la salud física como del bienestar mental, acelerando el envejecimiento. Incluso cuando pasan los años y ya no te sientes tan en forma como en tu juventud, es muy importante realizar actividad física regular al menos dos o tres veces por semana. Esto significa darse un baño, andar en bicicleta, apuntarse a una clase de pilates o de gimnasia suave, o simplemente organizar largas caminatas solo o en compañía.
