Alejandro Ramírez | Hasta ahora, los dos lanzamientos de superhéroes de este año, Ant-Man y The Wasp: Quantumania y Shazam! Fury of the Gods han tenido una venta baja en taquillas y han recibido bastantes críticas en las páginas de valoraciones (47% y 51% en Rotten Tomatoes, respectivamente). Pero esta decadencia no ha comenzado aquí. Screen Rant publicó el 1 de enero un artículo titulado «2022 fue el año en que las películas de superhéroes perdieron su dominio de taquilla». Ese año Black Adam no tuvo éxito, a pesar de estar protagonizada por la persona con mayores ingresos de Hollywood, Dwayne Johnson, y ese mismo año Morbius fue bombardeada a memes en redes sociales después de su lanzamiento.
¿Qué ha salido mal para llegar a este punto? Bueno, para responder a esa pregunta, ayuda a recordar lo que salió bien. Según publica la BBC, las películas de superhéroes habían sido un éxito siempre, pero en 2008 fueron un ‘boom’ brutal cuando The Dark Knight encabezó la lista anual de ventas en taquilla y Iron Man ocupó el segundo lugar. Iron Man fue la que cambió las reglas del juego porque creó el Universo Marvel. Bajo la atenta mirada de Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, la compañía siguió presentando nuevas versiones divertidas y carismáticas de los personajes clásicos de los cómics de Marvel, como Thor y el Capitán América. Uno por uno, estos personajes se cruzaron en las películas de los demás, de modo que las audiencias quedaron enganchadas.
Quizás el género estaba sobrevalorado porque a Marvel le estaba yendo muy bien. En general, los éxitos de taquilla de los cómics parecían estar alcanzando alturas cada vez mayores de popularidad, llegando a su máximo nivel con los estrenos estelares de Marvel Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019).
Estas películas reunieron a todos los personajes del Universo Marvel y concluyeron la narrativa general de una década. Ganaron miles de millones de dólares, pero ¿podrían mantener ese nivel de éxito?
Los motivos de la decadencia
Un factor fue que la pandemia de Covid-19 desaceleró el impulso de Avengers: Endgame, cerrando los cines un año después del lanzamiento. Otro es que con el cierre de la Saga del Infinito y el retiro de sus estrellas más glamorosas, la naturaleza familiar y formulada de sus películas se volvió demasiado obvia. El Universo Marvel había sido revolucionario porque, hasta Avengers: Endgame, tenías que ver cada película para entender completamente todas las demás, pero luego se perdió esa esencia. Otro problema de las películas de superhéroes es que los estudios simplemente se están quedando sin personajes queridos. Algunos personajes se asocian tanto a unos actores o actrices concretos que cuando son interpretados por otra persona el impacto en el espectador no es el mismo.
