EFE – Patinetes eléctricos, un saxofón, un laúd, un violín, varios ukeleles, un dron, sortijas y alianzas de oro, multitud de relojes, gafas de sol y plumas estilográficas, una escopeta de aire comprimido o un cráneo de antílope originario de Sudáfrica… Estos son algunos de los objetos que el Ayuntamiento de Madrid va a subastar entre las más de 2.000 piezas custodiadas de la Oficina de Objetos Perdidos y el Almacén de Villa durante un periodo superior a dos años sin que sus propietarios los hayan retirado, y que ahora se venderán al mejor postor.
Sala Retiro es la encargada de llevar a cabo esta subasta online que empieza este miércoles y durará hasta el 19 de octubre, si bien el martes ya había objetos por los que se había pujado: por ejemplo, una pulsera ancha de eslabones barbados en oro amarillo de 18 quilates con un precio de salida de 400 euros y que ya alcanza los 600.
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Son 35 las páginas (digitales) por las que se puede ir buceando entre los 729 lotes subastados, y las 129 primeras entradas corresponden a gafas de sol, de las piezas más ofertadas, ya sea de forma individual o en lotes de varios ejemplares, en su mayoría de primeras marcas y que ahora pueden tener una segunda vida a partir de 10 euros, por norma general.
Tras la ingente cantidad de anteojos llega una no menos voluminosa tanda de lotes de bisutería en metal dorado o en metal plateado, con precios de salida de 2 euros.
Después de las pulseras de acero llegan los lotes de sortijas en plata, con diferentes unidades y precios de salida, aunque la enjundia llega a partir del lote 362, compuesto por dos alianzas de oro amarillo de 18 quilates.
Se abre con este lote, con precio de salida de 200 euros, la veda de los conjuntos de oro: más de cincuenta lotes de sortijas, alianzas, pulseras, pendientes sueltos o colgantes, entremezclados con una sortija antigua de la época isabelina (300 euros de salida) realizada en plata, o la mencionada pulsera Rivière hecha en oro de 18 quilates con diamantes engastados.
También se ha pujado por un Swarovski para señora que inicia otro nutrido número de lotes de relojes de pulsera de multitud de marcas y precios, siendo el más caro un Audemars Piguet de señora (el precio de salida era de 600 euros pero ya sobrepasa los 2.000).
Llegan a continuación los lotes de piezas de joyería de plata y el surtido de bolígrafos y plumas estilográficas, en el que una de las piezas más singulares es una estilográfica de Montegrappa en plata en la que están grabadas las ciudades de Moscú y Nueva York. El precio de salida era 40 euros y la última puja lo triplica holgadamente.
Se suceden después variopintos objetos (unos esquís o los tomos IV y V del Atlas Nacional de España realizados por el Ministerio de Fomento y el Instituto Geográfico Nacional, ambos a estrenar, plastificados y sin abrir) que dan paso a diferentes instrumentos musicales olvidados en la Oficina de Objetos Perdidos.
Son mayoría los ukeleles y las guitarras clásicas, pero también hay eléctricas y acústicas, y teclados, un cajón portátil, y otros instrumentos como un saxofón (casi 300 euros es la puja actual tras partir de 60 euros), una flauta travesera, un violín y un laúd.
Y también hay un receptor estereofónico (modelo 330 de la marca Marantz), un estabilizador de cámara, un dron, una escopeta de aire comprimido y varios patinetes eléctricos (incluyendo ‘hoverboard’, los que están compuesto por una tabla y las ruedas, sin manillar) hasta llegar a la sección de muebles.
Ahí se pueden encontrar biombos de madera, una mesa Necchi con máquina de coser, una mesa de centro antigua (estilo transición de Luis XV a Luis XVI) con escudo nobiliario, un carrito bar vintage años 70 o mobiliario chino, hasta un cráneo de eland (un antílope de África) sobre una tabla de madera.
Para participar en la subasta hay que registrarse en la página web de Sala Retiro. Automáticamente se va avisando al correo electrónico del usuario si su puja ha sido superada, dándole la oportunidad de realizar una mayor, y así sucesivamente hasta la hora exacta de cierre de la subasta, que es una iniciativa del área de Hacienda y Personal del Ayuntamiento.
Con ella se pretende dar un aprovechamiento óptimo a los objetos y enseres que pasan a disposición municipal, dándoles una segunda vida, y también redundará en las arcas municipales, puesto que el importe que se obtenga de la venta se ingresará en la Tesorería Municipal para financiar los gastos presupuestarios.