La idea de este desafío fue de Curin, de 20 años, quien desde niño sintió curiosidad de conocer el lago Titicaca por todas sus particularidades; como su ubicación a 3.812 metros de altitud, las aguas frías y la importancia que tiene para las poblaciones de Bolivia y Perú que lo consideran sagrado.
«Justamente el hecho de que sea el lago navegable más alto, que sea frío, ha hecho que me dén más ganas de hacer este desafío», ha comentado a Efe Curin.
Los tres decidieron unirse para cumplir este reto, «Desafío Titicaca», en el que desde el próximo 10 de noviembre nadarán al menos 120 kilómetros desde la localidad de Copacabana en Bolivia hasta las Islas flotantes de Uros en Perú.
Es así que los tres franceses comenzaron sus entrenamientos hace 15 meses nadando en guas frías o con hielo, en piscinas llevando kilos de arena e incluso botes en lagos para entrenar «el cuerpo pero también la mente».
EL MENSAJE
La idea de los tres nadadores es que además de cumplir este gran desafío es expandir un mensaje «ecológico» para evitar la contaminación del Titicaca.
«El mensaje que queremos dar es que podemos cambiar las cosas y hacer que el lago sea limpio de nuevo», asegura Witvoet.
Para el equipo es muy importante no generar desechos en su travesía de al menos 10 días en el Titicaca por lo que filtrarán el agua del lago para tomarla y así evitar las botellas, utilizarán bolsas reutilizables para poner su comida y así ser coherentes con el mensaje que quieren difundir.
Los nadadores también han llegado a un acuerdo con la Organización No Gubernamental boliviana Agua Sustentable para que se puedan realizar talleres sobre el manejo de residuos sólidos y también para recoger la basura generada en la Isla del Sol y de la Luna en Bolivia.
La idea es que la travesía genere el menor impacto en el lago para preservarlo, es así que también ellos llevarán el bote que les acompañará durante toda la travesía.
Además, ese barco será utilizado por el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) para realizar estudios científicos y de investigación en el lago Titicaca tras la hazaña .
EL BOTE
El barco que acompaña la travesía en autonomía de los tres nadadores se considera «el símbolo» de esta expedición, ya que también lo construyeron de una forma sostenible utilizando partes de otros barcos y materiales que reciclaron que eran partes de un teatro francés, cuenta Witvoet.
Los tres entrenaron mucho tiempo para jalar el bote que pesa aproximadamente 400 kilos y que cuenta con colchones «ecoresponsables», la instalación de productos fotovoltáicos, entre otras especificaciones.