«Literalmente, si has recibido tu vacuna de Pfizer o Moderna o la que sea y puedes mostrar tu tarjeta de vacunación para demostrar que te la has puesto, entonces te vamos a dar un porro gratis», aseguraba a Efe Todd Hinden, mientras repartía cigarrillos de cannabis en la céntrica plaza de Union Square.
Bajo la estatua ecuestre del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, que según comentaba un paseante tiene el brazo extendido porque también quiere fumar, Hinden se vistió para la ocasión con un frac estampado con hojas de marihuana de color verde y un sombrero de copa a juego.
Casi un centenar de personas esperaba su turno con la tarjeta de vacunación en la mano para recibir su premio.
«Celebramos la marihuana, que es legal en el estado de Nueva York y está bien que la gente que ha recibido la vacuna pueda tomar un porro gratis», aseguraba a Efe Bill mientras espera su turno.
LA MARIHUANA LEGAL EN NUEVA YORK DESDE EL 30 DE MARZO
Nueva York legalizó la marihuana para uso médico y recreativo el pasado 30 de marzo, después de años de discusiones en las cámaras legislativas.
Según las autoridades, la regularización de esta droga, que es legal en otros 14 estados y en Washington capital, podría generar 350 millones de dólares en impuestos anuales y crear entre 30.000 y 60.000 puestos de trabajo.
Con su legalización, también se quiere dar prioridad a las comunidad marginadas, que son las que más han sufrido la represión policial y judicial contra el uso de este estupefaciente.
LA ESPERANZA DEL REGRESO A LA NORMALIDAD
Cameron acaba de recibir su segunda dosis de la vacuna de la covid y mientras volvía a su casa se enteró de la iniciativa y no dudó en pasarse por Union Square para recoger una unidad de marihuana liada que muestra con entusiasmo.
«Es emocionante, las cosas están avanzando y vamos a salir de esta», confesaba ataviada con una colorida mascarilla roja en una mañana soleada y primaveral de Nueva York
Entre los organizadores de la iniciativa estuvo el activista pro-marihuana Dana Beal, uno de los principales impulsores en 1999 en Nueva York de la Marcha Global de la Marihuana, que se celebra anualmente el primer sábado de mayo.
«Hemos preparado unos maravillosos porros grandes, largos y gordos. Todo el que puede enseñarnos que ha sido vacunado puede ponerse en la fila. Es gente que ha sido vacunada y vienen a llevarse su porro», dice Beal, que mostraba su deseo de que todo el mundo se pudiera vacunar lo antes posible para poder volver a la vida normal y vivir sin mascarilla.
LA MARIHUANA, «TAN ESTADOUNIDENSE COMO LA TARTA DE MANZANA»
Para el activista, igual que la gente puede conseguir un donuts gratis o una cerveza, si se han vacunado, hoy pueden llevarse un cigarrillo de marihuana, que para Beal «es tan estadounidense como la tarta de manzana».
El veterano defensor de esta droga se refería a las numerosas iniciativas lanzadas por cadenas de restaurantes y cafeterías en las que ofrecen productos o descuentos para animar a los estadounidenses a que se vacunen.
«¿No sería maravilloso si pudiéramos prescindir de estas mascarillas? Todo lo que hay que hacer es vacunarse y podremos prescindir de ellas», asegura ante de quejarse de los negacionistas y de responsabilizar al expresidente Donald Trump de avivar los sentimientos de las personas que rechazan vacunarse.
«No estoy del todo seguro, pero hemos hecho como unos 3.000 porros, posiblemente. Y lo que intentamos hacer es que la gente se conciencie de la situación y que vayan a vacunarse y que se cuiden y que ayuden a todo el mundo a volver a lo normal, si es que alguna vez las cosas vuelven a ser normales», decía justo delante de varios carteles en los que se lee «Porros por pinchazos».