EFE | Indonesia comenzó a aplicar la prohibición a los circos ambulantes de delfines, un controvertido espectáculo calificado de cruel con los animales por ecologistas, al expirar la licencia del último de estos negocios, informó el ministerio de Medioambiente.
La organización ecologista Dolphin Project asegura que Indonesia era uno de los pocos países del mundo donde se permitía esta práctica y donde los delfines eran transportados de pueblo en pueblo y luego obligados a actuar en pequeñas piscinas con cloro y música estridente.
Los circos de delfines, en los que a veces se transporta a los mamíferos en pequeñas peceras durante varios días, aparecieron en 2009 en varias islas de Indonesia.
El circo Wersut Seguni Indonesia, que tiene su sede en la provincia de Java Central, era hasta ayer la última empresa que todavía tenía licencia, después de que en 2018 el ministerio de Transporte endureciese las medidas contra estos espectáculos.
«No se darán nuevos permisos para los circos ambulantes de delfines», aseguró a Efe el portavoz del ministerio de Medioambiente, Djati Witjaksono Hadi.
Los delfines que todavía permanecen en cautividad deberán ser entregados a organismos de conservación con las licencias adecuadas, añadió el portavoz.
«La compañía (Wersut Seguni Indonesia) es responsable del sufrimiento sin límites de los delfines salvajes con el propósito de proveer delfines para el entretenimiento ambulante», apuntó el miércoles Dolphin Project en un comunicado.
El archipiélago indonesio es uno de los países con mayor extensión de kilómetros de costa y una mayor biodiversidad, además de cientos de especies amenazadas, entre ellos el orangután o el tigre de Sumatra.