Seguro que cuando organizas un viaje, al subir al avión siempre cruzas los dedos y piensas: «ojalá no me toque un niño pesado al lado». Pero a veces el destino viajero juega malas pasadas y no sólo te toca cerca un niño llorón, sino un pequeñajo que parece estar poseído (y no tener padres, porque ni le regañan).
El vídeo que os vamos a mostrar se grabó durante un vuelo de ocho horas, de Alemania a Newark, en Estados Unidos. OCHO HORAS de pesadilla para todos los pasajeros y la tripulación. Lo raro es que el piloto no acabara desquiciado estrellando el avión…
La cuestión es que, cuando ni siquiera habían despegado, el niño endemoniado empezó a gritar como un poseso. Su madre, en lugar de regañarle, le pide a la azafata Wifi para entretener al pequeño con su iPad. Como no pudo ser, los gritos aumentaron. Todos pensaban que se le pasaría el berrinche pero… ¡nada más lejos de la realidad! Todo el vuelo fue igual. El niño siguió gritando, pataleando y corriendo por el avión sin que nadie hiciera nada al respecto. Incluso en la grabación, subida a YouTube y con más de 8,7 millones de reproducciones, se ve que ya en tierra, los pasajeros empiezan a bajar del avión y persisten los gritos.
