Una carta de Albert Einstein y su esposa, Elsa, escrita en pleno asedio nazi y en el mismo día en que el físico de origen judío renunció a su pasaporte alemán alcanzó un precio de 30.250 dólares en una subasta organizada por la casa Nate D. Sanders.
Einstein envió la misiva, de cuatro páginas, a su hermana Maja Winteler-Einstein el 28 de marzo de 1933 a bordo del barco S.S. Belgenland, que zarpó desde Nueva York en dirección a la localidad belga de Antwerp, donde entregó su pasaporte en el consulado alemán.
Los Einstein se encontraban de camino a EEUU cuando Adolf Hitler fue nombrado canciller el 30 de enero de 1933. Durante la travesía en barco, el científico fue informado de que los nazis habían asaltado su apartamento en la capital alemana.
Además, habían publicado un rótulo que rezaba «aún no ha sido ahorcado» y pusieron una recompensa de 5.000 dólares por su cabeza.
Menos de dos meses después, la pareja decidía regresar a Alemania para quedarse en su casa de campo veraniega en la localidad de Caputh, al suroeste de Berlín, en contra de lo que le aconsejaban amigos y colegas.
En los aposentos del S.S. Belgenland, el matrimonio descubrió que aquel refugio también había sido saqueado por los nazis, y entonces fue cuando Einstein decidió entregar su pasaporte a su llegada a Antwerp antes de emprender la búsqueda de un lugar seguro para vivir, convertido ya en un refugiado.
En la carta, escrita apenas unos minutos antes de llegar a Antwerp, como se especifica en el texto, Elsa reflejaba su preocupación por el estado de Tetel Einstein (hijo de Albert, fruto de su primer matrimonio) y recordaba que todos sus amigos habían huido de Alemania o se encontraban en la cárcel.
«Querida Maya», comienza la carta, al principio escrita por Elsa.
«¿En qué estábamos pensando al creer que Tetel estaba contigo? Acabamos de descubrir que eso no es posible. No quedaba claro en tu carta. Teníamos informaciones de (su amigo Heinrich) Zangger. Su descripción del estado de Tetel me pareció muy deprimente. ¡Hay perspectivas tristes para el futuro!», continúa.
En la misiva, que partía con un precio de salida de 25.000 dólares, la esposa de Einstein explica que el matrimonio está viviendo situaciones «profundamente tristes» y que no podía reprimir las lágrimas al leer una carta de los hijos del científico, Hans Albert y Tetel.
«Están sufriendo terriblemente por la terriblemente insensible entrevista que dio Albert en Nueva York. ¡En contra de mis deseos! Se lo imploré, de rodillas. ¡En vano! Maya, la vida es difícil y horrible», afirmó Elsa en el texto.
«No importa lo que pase, pero no escribas nada sobre política a los niños, no les digas nada de la entrevista de Albert. Oh Dios mío, todos nuestros amigos han huido o están en la cárcel», aseguró la mujer.
Einstein concluye la misiva con un tono que contrasta con el mostrado por su esposa, tal vez como signo de aceptación de su destino.
«Querida Maja, creer que Tetel estaba contigo fue mi error. Probablemente ocurrió porque escribiste sobre él en gran detalle. O posiblemente fue un deseo inconsciente por mi parte. Él está bien pero algo deprimido, pierde el hilo de cualquier conversación. Te deseo lo mejor. Buscaremos un lugar donde escondernos para el verano», señaló.
El S.S. Belgenland llegó al puerto de Antwerp y muchos amigos de los Einstein, incluidos los reyes belgas, Alberto I e Isabel, los acogieron en primera instancia. Sin embargo, la amenaza nazi era demasiado peligrosa y el matrimonio decidió regresar a EEUU en octubre de 1933 como otras decenas de miles de inmigrantes.
En su caso, el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton (Nueva Jersey), se convertiría en su hogar para el resto de sus días.
El año pasado, la misma casa de subastas acogió pujas por otra carta de Einstein en la que criticaba a Inglaterra por su tibieza ante el ascenso del nazismo y abordaba los problemas económicos de la Gran Depresión.
El texto fue vendido por 31.250 dólares.