Hace un par de meses os trajimos a alguien que estaba poniendo ojitos a objetos ordinarios en Escandinavia y ahora la tendencia sigue en Bulgaria. La idea es poner pegatinas de ojos a cosas que se convierten automáticamente en simpátiquísimas caras. El artista callejero Vanyu Krastev ha demostrado tener una habilidad especial para poner pegatinas de ojos en lugares certeros. Desde árboles a postes de farolas o papeleras y manchas en la acera, Krastev está demostrando que incluso las cosas más mundanas pueden ser más interesantes con un par de ojos saltones y un poco de imaginación.