Una abuela acompañó a su hija al hospital colombiano en el que acababa de dar a luz convencida de que les habían dado a un recién nacido equivocado, ya que no se identificaban con el bebé que tenían en casa.
«Debe haber un error» insistían diciendo que ese niño era «demasiado feo» como para ser parte de su familia y pretendiendo que les entregasen al bebé correcto. Pero no había ninguna confusión, es más, este parto era el único que se había realizado en la clínica ese día.
La abuela, que llevaba la voz cantante de las quejas, llegó exigiendo que el personal cambiara al niño, pero pronto se le bajaron los humos al comprender que ese y no otro era su nieto.
«A veces la biología y/o la genética juegan un papel importante que debemos aceptar», explicaron fuentes del hospital, en el que se ofreció ayuda psicológica a la descontenta abuela.