A todos los amantes del pescado les gusta cuando más fresco mejor, pero que vaya del agua directamente a la cesta de la compra parece un poco excesivo.
No creemos que este señor comprara la pieza que le dijo «¡llévame contigo» dando un salto a su cesta porque se trataba de un pez de acuario, pero lo que sí se llevó el buen hombre es una sorpresa.
Y todo por el descuido de los encargados de la sección de animales en este supermercado, ¿a quién se le ocurre tener los acuarios sin cubrir?