Campo de Gibraltar

Romanticismo, toros y arte en honor de ?Paquiro?

En un coqueto rincón de la calle San Agustín, Chiclana rinde homenaje a Francisco Montes Paquiro, destacado torero del siglo XIX considerado el legislador del toreo a pie que se practica actualmente

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  • La colección cuenta con una primera edición de 'Tauromaquia Completa'. -
Los días 13 y 14 de octubre de 1831 un chiclanero dejó huella en la capital del reino convirtiéndose en una celebridad de la época y pasando con mayúsculas a formar parte de la historia de la tauromaquia. Francisco Montes Paquiro protagonizó una de las proezas mayores de la fiesta: en esos dos días toreó dos corridas enteras de doce toros cada una. A ver si hoy en día hay algún torero que se atreva a imitarlo.
En recuerdo del que además fue el legislador del toreo a pie que todavía se practica -gracias a Tauromaquia Completa, obra que dictó el torero al periodista Santos López Abenamar-, Chiclana dispone del Museo Taurino Francisco Montes Paquiro, que se encuentra agazapado en la calle San Agustín y que no sólo refleja la vida y obra del torero chiclanero, sino que también es un encuentro con las artes plásticas relacionadas con la fiesta y un paseo por uno de los mayores exponentes del Romanticismo andaluz, con muerte por enfermedad incluida, a los 46 años de edad en Chiclana, oficialmente por “unas fiebres terribles” y en foros menos ortodoxos, como consecuencia de la sífilis.
El empeño y la constante labor de su director, Pedro Leal, hacen posible que el municipio chiclanero disponga de uno de los mejores museos temáticos artístico-taurino de toda España, con piezas destacadas de artistas como Antonio Cavanna, Zuloaga, Mariano Benlliure, Llopis, Benjamín Palencia, Roberto Domingo o Miguel Berrocal, además de trajes de luces y capotes de paseo de Belmonte, Luis Miguel Dominguín y Curro Romero, entre otros. También hay colgados un cuadro firmado por Lola Flores y otro, por La Chunga.
Sólo le falta una cuestión para que el museo tenga la máxima categoría burocrática, que es conseguir que sea catalogado como museo de forma oficial. “El museo, por calidad, no necesita homologación porque la tiene”, comenta orgulloso Pedro Leal que no ha tirado la toalla y sigue contemplando como un proyecto de futuro conseguir esa homologación. “En eso estamos, pero es complicado porque hay una serie de requisitos que son difíciles de cumplir ahora mismo, no por el aspecto técnico o de calidad de las obras expuestas, sino principalmente por cuestiones de personal”.
Leal insiste en que la colección expuesta tiene calidad “más que suficiente”, pero las exigencias burocráticas “en cuanto a titulaciones y número de trabajadores, lamentablemente no podemos asumirlas porque no tenemos presupuesto para ello. Ya me gustaría a mí tener un restaurador, un director titulado e n Bellas Artes y gente preparada con cuatro o cinco idiomas”. Leal subraya que “esto se ha hecho con el esfuerzo familiar y a nivel individual es difícil cumplir los requisitos”.
Los fondos del museo proceden de la colección particular de Pedro Leal a los que se suma las piezas adquiridas por el Ayuntamiento de Chiclana de la antigua colección Sagnier, “que era la mejor colección taurina de España”, puntualiza el director, y que aporta una de las joyas del museo: el retrato del torero pintado por Antonio Cavanna, obra premiada en su época y uno de los iconos del Romanticismo.
El museo dispone además de una amplia sala de exposiciones temporales donde el 22 de octubre colgará sus obras la pintora chiclanera Carmen Guerrero. Dentro de las dependencias museísticas también se desarrollan otras actividades como presentaciones de libros y coloquios, y la sección taurina del Ateneo de Chiclana mantiene una tertulia casi todos los últimos jueves de mes.

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