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Una ilustradora colombiana admite que mintió sobre su trabajo para Ghibli

Geraldine Fernández reconoce que le costó desmentir que había participado en la animación de ‘El niño y la garza’ tras hacerse viral su relato

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  • Detalle del cartel de la película. -

Geraldine Fernández, una ilustradora colombiana que afirmó haber participado en las tareas de animación de la película ‘El niño y la garza’, la premiada producción –ha obtenido, de momento, un Globo de Oro- de Studio Ghibli dirigida por el japonés Hayao Miyazaki, ha admitido en un comunicado que todo fue mentira.

La ilustradora, de treinta años, reconoce que “la situación se le salió de las manos” y que lo sucedido fue producto de un “mal ejercicio”.

En un primer momento afirmó haber realizado unos 25.000 fotogramas para la película, lo que corresponde con aproximadamente media hora de metraje, aunque luego reconoció “haber exagerado”, sin dejar de mantener que había participado en el proyecto, en “un par de escenas”.

Fernández incluso ofreció una conferencia en la Universidad Sergio Arboleda, de Bogotá, sobre su participación en la película.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Sostiene que fue contratada como freelance y que el propio Miyazaki había llegado a contactar con ella en tres ocasiones para tratar temas relacionados con la animación del filme.

La historia sobre la única sudamericana contratada para esta película fue recogida, sin contrastar, por numerosos medios colombianos, así como en redes sociales.

Sin embargo, surgieron numerosas dudas sobre la veracidad de la historia tras el estreno de la cinta, ya que su nombre no aparecía en los créditos finales de la película.

El empresario Christian Daes, director de Tecnoglass y jefe de Geraldine, aseguró en X (antes llamado Twitter) que “todo fue producto de su imaginación”.

En su comunicado, Fernández aclaró que fue asesorada para decir la verdad: “Debe salir a la luz, todos merecen conocerla”, y añade que para ella fue muy difícil retractarse después de que la historia se hiciese viral.

A pesar de su arrepentimiento por lo expresado, “hasta allí” dijo reconocer su error y culpó a la prensa de viralizar su historia pues hizo que la “pusieran en el ojo del huracán ante los medios de comunicación del país, influenciadores y colegas del medio”.

La mujer pide “mil disculpas por todo lo ocurrido, de ahora en adelante trabajaré arduamente para que mi talento profesional como diseñadora me preceda”.

La ilustradora confirmó que continúa trabajando en Technoglass, empresa de Barranquilla dedicada al diseño y fabricación de vidrios y ventanas, ante informaciones de algunos medios que decían que había sido despedida de la compañía.

En Tokio, Studio Ghibli, guardó silencio sobre la polémica, que tras varios días de revuelo saltó a los medios japoneses.

El diario Asahi recogió este jueves detalles como la ausencia del nombre de la joven en los créditos o que intentó hacer pasar una certificación en japonés de un curso de cerámica como un documento oficial de Ghibli. 

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