El incierto futuro del Racing

El Racing Portuense despidió el año con una nueva derrota, que lo sitúa en la cola de la clasificación de Segunda B, lo que supone un reflejo de lo que se está viviendo en el club y de lo que le espera en los próximos meses. Los problemas  que afectan a los jugadores, que suman ya cuatro meses sin cobrar, a los trabajadores del club y a la gestora constituida tras la dimisión de Manuel Lores, lo sitúan en una crisis que no se vivía en el Racing desde hace años. El temor que ahora expresan los aficionados, acostumbrados en los últimos años a triunfos deportivos que le hicieron soñar incluso con alcanzar la Segunda División, es que el club desaparezca y que retroceda varias categorías. 2009 se antoja difícil para el Portuense, que deberá resolver en los primeros compases del año la elección de un presidente que ofrezca alguna garantía y esa, lamentablemente, parece estar sólo en terrenos. Nadie parece darse cuenta de que parte de la plantilla no volverá.