Los cuatro acusados de los hechos fueron detenidos por agentes de la Guardia Civil, que han abierto una investigación para determinar lo ocurrido y analizan los daños ocasionados en las instalaciones.
No obstante, las dependencias del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior siguen funcionando, pese a los daños ocasionados, ya que el fuego no llegó a consumarse, aunque sí hubo destrozo de "material".