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Andalucía

El año en el que la inundación de bulos de la dana destapó la desinformación organizada

En 2024, más de 3.700 millones de personas fueron llamadas a las urnas en elecciones celebradas en unos 70 países

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  • Efectivos de la UME junto al parking inundado de Bonaire. -

La avalancha de bulos que ha rodeado a la catástrofe de la dana en Valencia ha puesto de manifiesto este 2024 ante los ojos de la ciudadanía la existencia de campañas orquestadas para manipular a la opinión pública, en un año también marcado por la desinformación electoral.

Expertos consultados por EFE Verifica coinciden en que la oleada de desinformación coordinada que surgió alrededor de la catástrofe se reveló sin ambages cuando fue evidente que no había miles de familias reclamando a la supuesta multitud de desaparecidos que se denunciaba en redes sociales, o cuando en el famoso aparcamiento de Bonaire no se encontró ni un solo fallecido.

Asimismo, los distintos procesos electorales que se han celebrado este año  —entre los que destacan los comicios al Parlamento Europeo y los de Estados Unidos en los que venció Donald Trump— también han sido motor de muchas de las publicaciones falsas que se han viralizado.

Falsedades y teorías de la conspiración

"La dana lo que ha hecho ha sido hacer evidente para el público generalista, y no solamente para los que nos dedicamos a esto, que existe la desinformación organizada y orquestada", señala a EFE Verifica Clara Jiménez Cruz, presidenta de la Red Europea de Estándares de Verificación (EFCSN, por sus siglas en inglés) y consejera delegada y cofundadora de Maldita.es.

"Que la desinformación no es solamente algo que surge por mera curiosidad humana para llenar vacíos, sino que en este caso ha sido muy evidente cómo diferentes contenidos desinformadores, diferentes bulos, generaban una narrativa que hacía que la población, o que una parte de la población, se creyese que había ocurrido algo de lo que no había absolutamente ninguna prueba”, subraya.

Jiménez Cruz cita como ejemplo el aluvión de falsedades que, con distintos argumentos, conjeturaban con que en el aparcamiento del centro comercial de Bonaire había cientos de muertos, pese a que no se halló ni un cadáver.

Otras teorías de la conspiración aseguraban falsamente que la catástrofe había sido causada artificialmente o que las inundaciones fueron consecuencia de la destrucción de presas, afirmaciones que circularon simultáneamente en distintos países y que ya habían sido utilizadas para negar la influencia del cambio climático.

Además, la indignación por esta tragedia fue el caldo de cultivo que algunos actores utilizaron para atacar con falsedades a organizaciones como Cruz Roja y Cáritas, quienes desde hace tiempo se han visto afectadas por otras campañas de desinformación —relacionadas principalmente con la acogida de inmigrantes— que buscan dañar su imagen.

Polarizar electoralmente

En 2024, más de 3.700 millones de personas fueron llamadas a las urnas en elecciones celebradas en unos 70 países, en un contexto de creciente tensión geopolítica y con la amenaza de la desinformación como telón de fondo.

Las elecciones al Parlamento Europeo de junio sirvieron de termómetro para medir la resistencia de la UE ante la desinformación y la injerencia extranjera, especialmente de Moscú, que ya se detectó en los comicios de 2019 y que se ha intensificado desde la guerra de Ucrania.

Finalmente, la cita electoral afrontó "menos cantidad de desinformación" de la prevista, explica a EFE Verifica Jorge Tuñón, catedrático en Periodismo de la Universidad Carlos III (UC3M) y autor de una investigación sobre estrategias de desinformación detectadas en estas elecciones.

Según Tuñón, la razón subyace en que la desinformación no se ha concentrado solo en el período electoral, sino que ha sido candente a lo largo de toda la legislatura y se ha repartido entre distintos temas.

En este sentido, Rocío Sánchez del Vas, docente e investigadora de la UC3M que ha participado en el mismo estudio, precisa que en el período electoral destacaron las falsedades que atacaban a las instituciones europeas, pero también la desinformación antiinmigración y aquella que niega el cambio climático.

"Son temáticas que conectan con el sentimiento europeísta y buscan de alguna manera polarizar a la sociedad en contra del mismo", advierte del Vas.

En Estados Unidos, la desinformación también cobró protagonismo cuando el entonces candidato republicano, Donald Trump, aseguró falsamente que los inmigrantes haitianos comían gatos y perros para aumentar el sentimiento antiinmigrante, a la vez que se unió a las campañas desinformadoras que ponían en duda la legitimidad del proceso electoral.

Criminalización de los migrantes 

En 2024 se registró un aumento de la circulación de bulos racistas en Europa en comparación al pasado año, según constatan los informes del Observatorio Europeo de Medios Digitales (EDMO).

Clara Jiménez Cruz señala que la inmigración es un “tema sencillo con el que polarizar” y que la desinformación suele criminalizar a estas personas, vincularlas con la violencia o presentarlas falsamente como beneficiarios de numerosas ayudas públicas.

Un ejemplo de ello se produjo en agosto, cuando la muerte de un niño de 11 años en la localidad toledana de Mocejón desató una oleada de bulos que aseguraban que el autor era una persona inmigrante, aunque el detenido resultó ser finalmente un ciudadano español.

Según Jiménez Cruz, este caso comparte similitudes con la desinformación que se originó tras el asesinato a finales de julio de varios menores en Southport (Reino Unido) y que derivó en violentas protestas racistas, a pesar de que el presunto autor era un ciudadano nacido en Gales.

Para Rocío Sánchez del Vas, toda esta desinformación busca "generar un enemigo común" con el fin de posicionar a un grupo poblacional "en contra de algo, que normalmente suele ser el discurso oficial y las instituciones".

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