Navalcardo

Nochebuena andaluza

Y este año, llegado el 31 volveremos a ver a Jaén en la distancia por  la televisión

  • Adornos de Navidad. -

Me considero un trashumante navideño. Ahora que tanto se habla y se potencia esta forma de mantener la ganadería rotando sus espacios geográficos en función de las estaciones del año. Sea de ovejas, que de eso abunda en la provincia y de lo que se muestra mucho, o ganado bravo, que en Jaén es el único lugar de Andalucía donde esto se sigue haciendo y se visibiliza poco en los medios a menos que una punta de reses salga en estampida por las calles de un pueblo tal y cómo ocurrió en Torreperogil el pasado verano.

Mientras en Jaén arrecia el frío por estas fechas y nuestros cuerpos lo notan, pongo rumbo hacia otro lugar para poner fin al año e iniciar el siguiente con la familia materna. Allí el termómetro suele ser generoso y a pie de playa despido los últimos días del calendario bajo un sol cálido en medio de una ciudad que en esos días contrasta en casi todo con la navidad que aquí se vive. Porque ni aquí tenemos playa ni el día de Nochebuena se cuela el olor de los pinchitos morunos por la ventana de todas las casas.

Mi memoria conserva como inolvidables la navidad de mi infancia en Ceuta.Y a la vuelta de toda una vida, me veo reflejado en aquel niño que fui viendo a mis sobrinos jugando con sus primeros juguetes en aquellas mismas calles cuando el calendario nos vuelve a traer hasta allí en barco.

Un año, a finales de los noventa o principios ya del siglo en que nos encontramos, la noche de Nochebuena hubo un temporal tan fuerte que el repetidor de televisión que amplificaba la señal para toda la ciudad se vio dañado. No se pudo ver el mensaje del Rey, ni el resto de la programación. La señal se había caído en todos los canales menos uno: Canal Sur Televisión. Pero aquello era diferente, porque allí se veía y se sigue viendo directamente porque llega desde el Campo de Gibraltar y se puede ver hasta en gran parte de Marruecos.

No lo olvidaré en la vida. Porque nos pegamos toda la noche viendo a Paco Gandía con el Nano de Jerez en el Castillo de Santa Catalina, donde se grabó el programa especial de Nochebuena Andaluza. No se veía otra cosa por televisión en la ciudad.

Y este año, llegado el 31 volveremos a ver a Jaén en la distancia por  la televisión. O al menos eso vaticino. No porque pronostique una nueva avería en el repetidor, sino porque a su edad no imagino yo a mis abuelos siguiendo las campanadas según Broncano y Cía.

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