El CD Rota llegará al final de la primera vuelta como líder de Primera Andaluza. Tras un tramo inicial de la competición en el que los verderones han superado con creces cualquier tipo de expectativa, les tocaba colocar el lazo en la última jornada del año con una victoria que les concedía el primer puesto en la tabla. Un liderato que, realmente, en esta división tampoco significada demasiado pues, incluso acabando así las cosas, lo único que obtendría el Rota a cambio sería la posibilidad de disputar el partido de vuelta del play-off de ascenso en su estadio. Un premio insuficiente para el esfuerzo impresionante que requiere colocarse a la cabeza de una competición tan exigente como la Primera Andaluza. Aun así, es indiscutible que supone un impulso importantísimo a la moral; al estado anímico, que en esta categoría de tanto desgaste es un factor muy a tener en cuenta.
Y en el caso del CD Rota, las sensaciones no pueden ser mejores. Los verderones no solo despidieron la primera vuelta como líderes, sino que, además, lo hicieron disfrutando en una auténtica fiesta de goles ante un frágil filial de la ‘Balona’ que, realmente, nunca tuvo una sola opción en el partido. Desde lo estructural, hasta el más mínimo detalle. Desde la línea más atrasada en el campo, hasta la más adelantada. En la energía y el derroche. También la concentración y el acierto. Fue infinitamente superior en cada faceta del partido. Como resultado, aplastó a su rival sin piedad hasta lograr la victoria más abultada de lo que llevamos en Primera Andaluza con un 7-0.
Una auténtica sangría que resultó de un enfrentamiento entre un equipo absolutamente incapaz, frente a otro insaciable y terriblemente efectivo, el Rota, que en otros partidos pudo haber celebrado este mismo resultado perfectamente, aunque no estuvo siempre acertado de cara a puerta. Esta vez, el acierto fue pleno y los goles cayeron como churros.
Cunete, por partida doble, Antoñito Santos y Joselito Pérez sentenciaron el partido antes del descanso, para que después Isra y José Rodríguez, con un doblete, redondearon la cuenta hasta siete. Un gran festín donde los verderones se empacharon de goles antes de afrontar el parón de diciembre como ‘campeones de invierno’.