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España

La salida de Neiro pone fin a una incansable lucha familiar por su libertad

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 La salida hoy de prisión de Miguel Montes Neiro, considerado el preso común más antiguo de España e indultado por dos gobiernos de buena parte de sus penas, supone el punto y final de la incansable lucha de su familia durante la última década para lograr su puesta en libertad.

La constante batalla de sus familiares se inició con las primeras condenas al ya exreo, quien desde 1976 ha acumulado un numeroso historial delictivo en el que figuran robos violentos e intimidatorios, detenciones ilegales, tenencia ilícita de armas, quebrantamientos de condena, fugas o desórdenes públicos.

Pese a este amplísimo currículum penal y penitenciario, sus más allegados han tratado en todo momento de justificar su petición de excarcelación en el hecho de que los delitos que cometió siempre fueron "menores", en ningún caso "de sangre", y en que ha pagado sobradamente por lo que hizo.

"Mi hermano siempre ha sido castigado con las máximas penas y, si te machacan una y otra vez, al final te vas haciendo rebelde contra la Justicia", explica a Efe Carmen Montes que, especialmente junto a su hermana Encarnación, ha hecho de su defensa a favor de Miguel una verdadera causa de vida.

Es precisamente esta lucha la que ha llevado su caso a órganos judiciales de muy diferentes rangos, desde Juzgados de Instrucción hasta al Tribunal Supremo o el de Derechos Humanos de Estrasburgo, y a instituciones como el Defensor del Pueblo, el Ministerio de Justicia o la Casa Real.

Atrás quedan ya los miles de kilómetros recorridos por estas hermanas para visitar a Miguel en cárceles de media España, las decenas de abogados que intentaron sin éxito desenmarañar su particular caso y los cientos de mensajes enviados especialmente en los últimos meses a través de internet y las redes sociales.

Ahora que por fin ven recompensada su lucha expresan su agradecimiento a quienes, en una o otra medida, les han ayudado a conseguir su propósito, que no hubiera sido posible sin la concesión en apenas un mes y por parte de dos gobiernos de signo distinto de hasta tres indultos y por las gestiones de su último letrado.

Precisamente este último, Félix Ángel Martín, señala que la representación legal de Miguel se convirtió para él en un auténtico "reto profesional y jurídico, con inevitable implicación personal", que le ha ocasionado no pocos quebraderos de cabeza cuando volvía a encontrarse una y otra vez con "trabas" de todo tipo.

"Miguel ha sido víctima de sus propios actos y ha sufrido una cadena perpetua encubierta", advierte el abogado, quien cuestiona al mismo tiempo un sistema penitenciario que, si tiene como meta fundamental la reinserción en la sociedad, en este caso ha fallado.

La puesta en libertad de Montes Neiro, no exenta de ciertos recelos por parte de algunos sectores del ámbito judicial y penitenciario, permitirá desde esta mañana a este granadino de 61 años, hijo de un policía, amante del flamenco y que llegó a ejercer como fontanero, ver crecer a sus hijas menores desde fuera de las celdas, donde ha permanecido desde 1976 aunque con varios períodos de fuga.

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