San Fernando

El dilema del PSOE descabezado

El PSOE comenzó el siglo sumido en una profunda crisis y se acerca al precipicio de una peligrosa división.

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Puede que sea algo cíclico en los partidos políticos pero cada cierto tiempo los mansos prados de convierten en campos de batalla aunque tras el ruido se pretende convencer de que las discrepancias son la esencia de la democracia y que la confrontación de ideas finalmente arroja un resultado cohesionado.


El Partido Socialista de San Fernando comenzó el siglo sumido en una profunda crisis que lo hizo pasar por una gestora hasta que llegaron varios jóvenes y dieron un auténtico golpe de estado -de los necesarios, no de los funestos- procurando una de las mejoras épocas de la agrupación local, diez años que han dado de sí el resurgir del PSOE e incluso ganar las elecciones en 2007 o perdeslas por menos de 400 votos en 2011, cuando se presagiaba una debacle como la que tuvo lugar en el resto del territorio nacional.


Ahora se ha cerrado el ciclo. Los que pusieron en marcha esa maquinaria de convencer a la gente abandonan el barco o como mínimo el timón y se abre un periodo congresual que lleva camino de confirmar que lo ocurrido con la elección de compromisarios a las citas congresuales últimas no fue un espejismo, sino la constancia de que esa unidad que tan buenos resultados dio se ha roto, como se rompen todas las cosas con el uso.



Todo indica que al congreso local del 22 de septiembre se van a presentar dos listas encabezadas por personas que durante estos años han trabajado codo con codo y vistas las experiencias de los últimos congresos socialistas, también indica todo que las discrepancias no se van a convertir en más unión sino en más división interna. Sea como sea, todo partido tiene derecho a destrozarse internamente. Para mal propio y gozo de sus rivales.

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