Flight Training Europe (FTE-Jerez) presentó ayer cuatro nuevas aeronaves, en las que ha invertido alrededor de 3,5 millones de euros, en lo que se considera un impulso a un proyecto empresarial y formativo pionero a nivel nacional.
La escuela de pilotos que tiene su sede en el antiguo acuartelamiento militar de La Parra tiene previsto además incorporar otras cuatro nuevas aeronaves a lo largo del presente ejercicio, que se cerraría por tanto con una inversión próxima a los ocho millones de euros.
Sin embargo, para que la compañía ejecute nuevas inversiones en la zona precisa que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) amplíe la concesión de este espacio al menos hasta el año 2033, con el objetivo de que puedan rentabilizarse.
El director general de FTE-Jerez, Óscar Sordo, advirtió de que los próximos meses serán claves de cara a la apuesta que la compañía está haciendo en Jerez, confiando en que pueda cerrarse con AENA la ampliación de una concesión que, no obstante, expira en 2023. “La concesión finaliza en 2023, pero estamos hablando de inversiones grandes que necesitan de un recorrido temporal amplio para poder ser amortizadas. Si no hay se garantiza la cesión de este espacio a un precio razonable no podremos hacer frente a esas inversiones”, explicó.
La demanda de FTE-Jerez está en cualquier caso avalada por los números. No en vano, desde que la escuela se pusiera en marcha en 1999 el volumen global de inversión rebasa los 22 millones de euros. Actualmente, el centro cuenta con 202 alumnos llegados de todo el mundo, habiéndose culminado ya el proceso formativo de decenas de aspirantes que han visto cumplido su sueño de convertirse en pilotos de aerolíneas comerciales.
El subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, aseguró que AENA está “muy contenta” del desarrollo de la escuela, expresando su convencimiento de la importancia de “mantener y potenciar” un proyecto como este.
