El Real Madrid es el primer equipo clasificado para la 'Final Four' de la Euroliga, que tendrá lugar en Londres el próximo mes de mayo, después de imponerse (57-69) al Maccabi Electra en el tercer partido de la eliminatoria de cuartos de final (3-0), tras un duelo en el que el conjunto de Pablo Laso hizo valer su superioridad en el último período para guardar su asiento entre los cuatro 'ogros' del baloncesto continental.
Con la amarga 'Final a Cuatro' vivida en 2011 aún en la retina, con precisamente el Maccabi esfumando cualquier esperanza en las semifinales, el Real Madrid no dejó atisbo para la remontada y selló, por la vía rápida, una serie que siempre tuvo sabor madridista y que permite al conjunto español reafirmar, a golpe de victoria, una propuesta que enamora por Europa y a la que sólo le falta la bendición del máximo entorchado para convertirse en eterna.
El técnico del Maccabi Electra, David Blatt, avisó de la necesidad de cambiar radicalmente la imagen ofrecida en Madrid pero el comienzo del partido recordó a los dos primeros disputados en la capital de España, con el bloque madridista controlando el rebote y el ritmo, haciendo minúsculo el aro de su rival. La vieja historia que Blatt no quería volver a escuchar.
A pesar de que el Real Madrid abusaba del tiro de tres, su actividad defensiva se imponía ante un equipo que suplicaba formas sencillas de sumar. Al contrario de lo habitual, el posiblemente equipo más dinámico del 'Viejo Continente' dominaba a partir de la defensa. Sin embargo, el orgullo local floreció, como era de esperar. Ricky Hickman encontró a Shawn James y entre ambos, junto a la anarquía de David Logan, permitieron al cuadro israelí elevar sus prestaciones ofensivas, más que un lujo una necesidad para competir.
Sergio Llull, que no descansó en toda la primera mitad, era la cara visible de un Real Madrid en el que Rudy Fernández, desacertado en el inicio, y Nikola Mirotic, por momentos invisible, no podían asumir el mando. Consciente de sus limitaciones, a partir del segundo cuarto el conjunto local llevó el partido al terreno físico, arropado por las más de 11.000 almas que hacían del Nokia Arena un escenario imponente.
La apuesta, casi la única posible para un equipo que se veía inferior en el intercambio de golpes, su estado natural, le salió bien a los de Blatt. El Real Madrid no aceptó el envite y vivió sus peores minutos mediado el tercer cuarto, cuando los locales saborearon su primera ventaja del encuentro (42-38, min.25). Pero el aviso despertó el adormecido instinto del equipo de Laso.
Un 2-14 de parcial, con el frenetismo por bandera, silenció el Nokia Arena y recordó al Real Madrid sensaciones de los dos primeros partidos. Con sólo diez minutos por jugar (44-52), el duelo era visitante y la impaciencia, cada vez mayor, local. Tres triples casi consecutivos, dos obra de Rudy Fernández y uno de Nikola Mirotic sembraron la tristeza en Tel Aviv (48-61, min.33). El partido, la eliminatoria y la 'Final Four' tenían sello madridista.
Los blancos --vistiendo de negro-- no titubearon. Las pulsaciones no hicieron fallar a un equipo que regresa a una 'Final Four' dos años después, con la lección aprendida y posibilidades de creer que Londres sólo es el inicio del camino para un proyecto orquestado al milímetro para volver a la super élite del baloncesto continental.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: MACCABI ELECTA, 57 - REAL MADRID, 69 (30-33 al descanso).
--EQUIPOS.
MACCABI ELECTRA: Ohayon (11), Hickman (11), Smith (2), Caner-Medley (-) y James (18) --cinco inicial--; Logan (11), Moran (2), Landesberg (), Pnini (2) y Eliyahu (-).
REAL MADRID: Llull (13), Fernández (9), Suárez (-), Mirotic (7) y Begic (6) --cinco inicial--; Rodríguez (12), Draper (-), Carroll (16), Reyes (6), Slaughter (-) y Hettsheimeir (-).
--PARCIALES: 10-16, 20-17, 14-19, 13-17.
--ÁRBITROS: Sasa Pukl (ESL), Milivoje Jovcic (SRB) y Panagiotis Anastopulos (GRE). Eliminaron por faltas personales a Ohayon por parte del Maccabi Electra.
--PABELLÓN: Nokia Arena. 11.060 espectadores.