Campo de Gibraltar

De la emoción a los nervios

El Algeciras surfe más de la cuenta ante el Cabecense, al que merece ganar con más claridad. Juan Llaves marca los dos goles de los locales y suma cinco en tres partidos.

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Algeciras: Romero, Máiquez, Víctor González, Benítez, Mena, Marín, Javi Chico, Iván (Mario, 74’), Narváez (Berlanga, 61’), Javi Fernández y Juan Llaves (Alvi, 84’).
Cabecense: Revuelta, Humberto, Francis, Salas, Cachana, Noe, Ferry (Salvi, 80’), Guti, Gabriel, Jesús Mari (Chico II, 66’) y Luis.
Goles: 1-0 m. 28: Juan Llaves. 1-1 m. 67: Gabriel. 2-1 m. 73: Juan Llaves.
Árbitro: Moreno Muñoz (malagueño). Amonestó a los locales Iván y Juan Llaves; y a los visitantes Humberto y Cachana.
Incidencias: Partido de la 36ª jornada de Liga en el grupo X de Tercera división, jugado en el estadio Nuevo Mirador, de Algeciras, ante unos 2.700 espectadores.

El Algeciras dio ayer otro paso hacia el título de campeón de Liga del grupo décimo de Tercera. Lo hizo al superar el examen más difícil de los que le restaban. Sin embargo, los últimos minutos vividos ante el Cabecense hicieron florecer el nerviosismo que atenaza al equipo cuando está a las puertas de algo grande.

Un partido que dominó con claridad y que mereció ganar con más margen, terminó con inquietud de los locales, imprecisos y metidos atrás ante un rival sin fútbol pero con un oficio paradigmático de la categoría, como el que podrá tener la mayoría de los posibles rivales albirrojos en la eliminatoria de ascenso.

Después de un mal comienzo de partido, a partir del minuto 20’ el Algeciras mostró sus bellas artes con el balón, las que le hacen ser una rara avis dentro de la categoría. empezó a tocar y a anular al rival. El premio llegó pronto con un buen centro de Marín para que Juan Llaves lograse el gol, con el que vive un idilio que le lleva a sumar cinco tantos en los últimos tres partidos.

Hasta el descanso, el Algeciras dominó sin crear ocasiones, pero desfondó a un rival que a pesar del cansancio vio cómo le invalidaban una jugada de gol por fuera de juego de Gabriel.

El comienzo de la segunda parte fue muy trabado. El Cabecense hizo que se jugase a su fútbol y el Algeciras, lejos de contrarrestarlo, sucumbió. Precisamente cuando empezaba a desatarse, con un disparo de Llaves que se econtró con la rodilla de Revuelta y un cabezazo de Marín que rozó el palo, llegó el mazazo. El Cabecense, del que parece imposible sacar más de lo que está sacando de ellos este año Diego Román, aprovechó un balón largo ante el que se clavó la defensa albirroja y Gabriel empaló solo ante Romero.

El empate ayudó a sacar de su letanía a los locales. El equipo se vino arriba y decidió que no podían escapársele dos puntos con el liderato en juego. Una falta botada por Javi Chico en el 72’, tras un rechace, le cayó de nuevo a Juan Llaves, que fusiló al meta visitante e hizo justicia al dar la victoria al que más la buscó.

Sin embargo, el partido comenzó a hacérsele largo a los locales. Más por nerviosismo y por deméritos propios que a propuesta del rival, el Algeciras se fue metiendo atrás, como queriendo que todo terminase después del final feliz del segundo gol. Lejos de dormir el partido con ese juego de toque que tan bien saben hacer los albirrojos, comenzaron a precipitarse, a enviar despejes en largo hacia ninguna parte y a permitir que el Cabecense se adueñase del centro del campo para empezar a colgar balones. Por fortuna, ninguno llegó a crear peligro de verdad, salvo en una acción en la que reclamaron penalti.

Se trata de un aviso para la fase de ascenso, en la que el oficio del rival vendrá de serie y los albirrojos necesitarán exhibir el suyo para tener éxito.

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