Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Israel Galván enseña que la técnica precede al genio, en una clase magistral

El bailaor y coreógrafo Israel Galván, uno de los grandes maestros del flamenco del siglo XXI, ha ofrecido esta mañana en el Maestranza de Sevilla una clase magistral en la que ha enseñado cómo el trabajo y la técnica son la base para el desarrollo de las personalidades artísticas geniales

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Taconeo -

El bailaor y coreógrafo Israel Galván, considerado uno de los grandes maestros del flamenco del siglo XXI, ha ofrecido esta mañana en el Maestranza de Sevilla una clase magistral en la que ha enseñado cómo el trabajo y la técnica son la base para el desarrollo de las personalidades artísticas geniales.

De los 16 asistentes a la clase magistral 15 eran mujeres y uno un hombre, todos ellos bailaores flamencos salvo una bailarina de contemporáneo, catorce eran profesionales y, procedentes de las provincias de Córdoba, Cádiz, Málaga y Sevilla, sus edades estaban entre los 25 y los 36 años.

La clase, de casi cuatro horas de duración con un descanso, ha estado estructurada en bulerías, seguirillas, soleá por bulerías y de nuevo bulerías, orientada a coreógrafos y estudiantes de danza de nivel avanzado, organizada por la Fundación Autor de la SGAE, que la repetirá en Barcelona, Valencia, Madrid y Zaragoza entre mañana y el día 12.

La clase ha comenzado con un calentamiento de zapateado, buscando la sonoridad de la planta además de la del tacón, con repetición de pasos para respirar zapateando y con otros pasos en los que se han ido poniendo a prueba el ritmo, la fuerza, los reflejos y la memoria coreográfica de los participantes, sin otra música que la de la percusión de sus zapatos sobre la tarima.

Los asistentes también han puesto a prueba su oído, cada vez que Galván, antes de ejecutarlos tarareaba los zapateados y, como si prepararan una coreografía, han repetido cada uno de los pasos, en una demostración de que solo diez segundos de coreografía puede requerir horas de trabajo y ensayos.

Tras casi una hora dedicada a zapateados y ejercicios de piernas, los discípulos de Galván han ido integrando movimientos de brazos, algunos de los cuales han recordado las figuras geométricas que el maestro suele generar en sus espectáculos.

Coreógrafo ecléctico, Galván es reconocido por sus complicados pasos de baile, por sus particulares movimientos de pies y por sus innovaciones en la danza flamenca, a los que en algunos de sus espectáculos ha dotado de aires vanguardistas, con un lenguaje expresivo propio que no deja de ser flamenco, basado en fragmentaciones, mezclas y una acentuada gestualidad.

Curiosamente, también esta mañana en el Maestranza el coreógrafo sueco residente en Sevilla Johan Inger, que ha dirigido varios ballet europeos, estaba ofreciendo un curso para ocho jóvenes bailarines andaluces, unos ejercicios de los que tiene previsto sacar algunas coreografías que serán estrenadas próximamente por el Ballet de Basilea.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN