Jaén

El Ayuntamiento aún no descarta medidas de recorte de personal

El remanente de tesorería del prespuesto de 2012 baja de los 204 millones negativos a los 63 negativos porque el pago a proveedores engorda la deuda financiera

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Aún no se descarta ninguna medida. El alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, y el concejal de Hacienda, Miguel Contreras, comparecieron ayer para presentar algunos datos de la liquidación del presupuesto municipal de 2012. Contreras  aseguró que tienen muy avanzadas las medidas que se podrían poner en marcha para paliar la difícil situación financiera del Ayuntamiento, sin descartar los recortes en personal, si bien dijo que están a la espera de que el Gobierno central, entre junio y julio, ponga en marcha algún paquete de ayudas a ayuntamientos, como el de Jaén, en una difícil situación financiera.


En cuanto a la liquidación del presupuesto de 2012 informó de que el remanente negativo de tesorería ha pasado de los 204 millones negativos del año 2011 a los 63 millones negativos. No obstante, el concejal ha recordado que esta bajada se debe al pago de los 208 millones de euros a proveedores que han pasado de la deuda a corto plazo a deuda con las entidades financieras. En este sentido, el concejal de Hacienda informó de que se ha pasado de los 89 millones de euros de deuda con bancos en 2011 a 304 millones en 2012. “Preferimos deberle dinero a los bancos que a los proveedores”, dijo Miguel Contreras. Por su parte, el alcalde recordó que este ha sido el año que antes se ha presentado la liquidación presupuestaria en los últimos seis ejercicios, a pesar de contar con 50.000 apuntes contables más derivados de las facturas a proveedores.

Un agujero de 55 millones según el PSOE

El presidente del PSOE local de Jaén, Fernando Calahorro, aseguró ayer a través de un comunicado que el equipo de gobierno del PP se ha gastado “55 millones de euros más de lo que  ha ingresado”. Para Calahorro resulta cuanto menos curioso encontrarse con la liquidación al día siguiente de un pleno en el que, indudablemente,  “el alcalde prefirió no dar cuenta de ella ni debatirla en una actitud de soberbia”.

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