A falta de poco más de un mes para que se inicie la vendimia, ya puede aventurarse que la cosecha superará en un 20 ó 30 por ciento a la obtenida en la campaña de 2012. Ello supondrá que la vendimia pueda cerrarse con 70 ó 75 millones de kilos de uva, ligeramente por debajo de las necesidades actuales del sector, que rondan los 80 millones.
El hecho de que no se cubran por completo esas necesidades puede considerarse como positivo para los viticultores, toda vez que esta circunstancia permitirá que se incremente el precio de la uva, que en ejercicios precedentes fue muy bajo debido precisamente a la acumulación de excedentes.
Francisco Guerrero, de Asevi-Asaja, constata que, aunque todavía no se han firmado los contratos, se empieza a barajar la posibilidad de que se pague “entre 75 y 80 pesetas” por kilo de uva, y por encima en cualquier caso de las 70. “Las previsiones son optimistas porque los precios van subiendo algo y porque la producción es un poquito mayor que la del año pasado, pero sin llegar a los excedentes”, explicó Guerrero.
Otro aspecto que debe tenerse en cuenta es que la uva “está sana” y su calidad “es buena”. “No hay enfermedades ni plagas que le hayan hecho daño de momento”, añadió. Todavía no se puede hablar de una fecha de inicio de la campaña, si bien lo normal es que la vendimia arranque en la segunda quincena de agosto. Antes se recogerá uva para la elaboración de caldos no amparados por el Consejo.
