La huelga general convocada este 24 de octubre en la educación ha logrado vaciar las aulas en Ronda, siendo especialmente significativo el seguimiento en los institutos, donde el 95 por ciento de los alumnos secundó el paro, salvo en el Gonzalo Huesa, donde la cifra bajó hasta el 60 por ciento. En un caso concreto, el Pérez de Guzmán, de los más de 500 alumnos del centro, sólo 10 acudieron a clase este jueves, explicó su director, Pascual del Río. Por contra, sólo un 10 por ciento de los profesores protestó este día.
En los colegios las cifras son más dispares, habiéndose registrado el mayor seguimiento, un 85 por ciento, en el Miguel de Cervantes: "De los 225 niños de infantil, sólo han venido 16, y sólo 12 de los 43 profesores", explicó la directora, María Jesús Becerra. El 50 por ciento del profesorado secundó la huelga en el Virgen de la Cabeza, faltando el 30 por ciento del alumnado, siendo un 50 por ciento el seguimiento del paro por alumnos del Virgen de la Paz y de en torno a un 10 por ciento del profesorado. Los responsables de los colegios Martín Pinzón y Padre Jesús aseguraron que el seguimiento fue nulo en ambos casos, acudiendo todos los profesores a las aulas y faltando tan sólo 10 alumnos de un total de 220 en el colegio Martín Pinzón. Esta redacción no pudo recabar los datos de los colegios Juan Carrillo y Vicente Espinel.
Al mediodía se había convocado una concentración a las puertas del Instituto de Secundaria Pérez de Guzmán, a la que acudieron un centenar de personas, entre alumnos, padres y profesores. Les acompañaron responsables políticos de todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento, PSOE, PA e IU, salvo el Partido Popular.
"Los estudiantes estamos pagando unas deudas que no son nuestras. Con los recortes y la reforma laboral es mucho más complicado estudiar; tenemos lastre. Nos impiden educarnos", reprochó Ángela Carretero, del Sindicato de Estudiantes. Saray Pineda, secretaria provincial de Juventud de CCOO, calificó las reformas del Gobierno como "medidas elitistas, que mercantilizan la educación e impiden los estudios superiores a las clases trabajadoras".
Sergio Flores, secretario local del PA, calificó la reforma laboral como "un disparate que tiene fecha de caducidad, porque es sectaria y nos devuelve 40 años atrás en el tiempo". Álvaro Carreño, de IU, añadió que "el PP está sólo con sus políticas que dan la espalda a la sociedad". Desde el PSOE, Juventudes Socialistas hizo público un comunicado criticando "una reforma retrógrada, sexista, clasista y excluyente, incapaz de dar respuestas a los retos educativos de nuestro tiempo". Teresa Valdenebro, en una rueda de prensa ofrecida la tarde de este jueves, aseguró que "es una reforma ideológica que nos devuelve al pasado y acaba con la igualdad de oportunidades".
