Al menos ocho personas han muerto y una treintena están heridas por los bombardeos de mortero del Ejército de la pasada noche sobre la ciudad de Faluya, según han informado notables de las tribus de la ciudad. La localidad se encuentra bajo control del Estado Islámico de Irak y del Levante (ISIL), filial de Al Qaeda, desde el viernes.
Las autoridades reconocen que el norte y el este de Faluya están bajo control de los milicianos de ISIL, que cuentan además con la colaboración de las tribus suníes locales, y los residentes de estas zonas han huido de sus casas por miedo a los bombardeos.
Los milicianos yihadistas cuentan con francotiradores en los tejados de las casas de estos barrios e impiden así la entrada del Ejército. Además han izado la bandera negra yihadista
En Ramadi, la otra gran ciudad de la región de Anbar, fronteriza con siria, las tribus han colaborado con el Ejército para evitar el ataque del ISIL, que buscaba igualmente hacerse con la localidad.
El origen de estas convulsiones fue el desalojo el pasado lunes de una acampada contra la discriminación del Ejecutivo. Faluya y Ramadi han sido escenario de los más violentos enfrentamientos entre el Ejército y los combatientes islamistas en los últimos días.
