Un hombre ha negado este martes haber intentado ahogar a una mujer poniendo una almohada sobre la cara y cogiéndola del cuello, así como haberle robado 680 euros que llevaba. El juicio ha quedado este martes visto para sentencia, después de que el fiscal cambiara la acusación de intento de homicidio a robo con violencia, rebajando la pena solicitada de nueve a cuatro años de prisión.
La vista oral se ha celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia. Los hechos sucedieron en agosto de 2010 en la localidad malagueña de Torrox. El procesado ha admitido que habló con una chica, que iba con dos amigas, pero ha dicho que fue en un club y que iba "muy borracho y drogado", siendo su única intención "mantener relaciones".
Así, ha dicho que con ese fin se fue con la mujer a una casa que alquila su madre y donde a veces duerme, asegurando que primero la víctima le había pedido una cantidad de dinero "por mantener relaciones" y, una vez en el apartamento, "subió el precio del servicio", por lo que él se enfadó y se fue de la vivienda, pensando que ella haría lo mismo al poco tiempo.
En este sentido, ha negado que la cogiera del cuello fuertemente, que le pusiera una almohada en la cara y que la mujer perdiera el conocimiento, como sostiene ella en su denuncia y el fiscal en su acusación; apuntando que tan solo al irse y ella intentar que no lo hiciera, la sujetó por el cuello para apartarla. También ha negado que robara 680 euros a la mujer.
Tanto la víctima como las dos amigas no han sido localizadas para comparecer en el juicio, pero se han visionado las declaraciones que hicieron en su momento durante la instrucción, en la que la mujer negó haber hablado de dinero o de mantener relaciones, creyendo que el acusado, a quien no conocía, pretendía robarle el dinero que llevaba.
Inicialmente, el fiscal acusaba al hombre por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de hurto, solicitando nueve años de prisión; aunque tras la prueba ha retirado estos cargos y le acusa de un delito de robo con violencia, por el que pide que se condene al procesado, que ya fue condenado previamente por ese delito, a una pena de cuatro años de cárcel.
Así, el ministerio público considera que el móvil principal era el robo y que el procesado tenía la intención de llevarse el dinero que llevaba la víctima, para lo cual la cogió del cuello y le puso la almohada, pero no con un ánimo de causarle la muerte. Asimismo, también le acusa de una falta de lesiones, solicitando el pago de 500 euros de multa.
Por contra, la defensa ha negado que se produjera un robo con violencia, apuntando que no existen pruebas de que la mujer llevara esa cantidad de dinero. En este sentido, ha considerado que se trata de "una denuncia falsa de principio a fin", haciendo hincapié en que ella dice que pasó bastante tiempo inconsciente en el piso, mientras que las amigas señalaron que pasaron unos minutos.
El letrado considera que no hubo ni agresión ni robo, lamentando que su cliente haya pasado ya 16 meses en prisión por esta causa, aunque ahora esté en libertad. El acusado, en su derecho a la última palabra, ha insistido en que todo lo contado por la víctima y las dos testigos "es mentira".
