Las autoridades indias han detenido este jueves a tres personas, entre ellas un oficial de policía, por la presunta violación en grupo de dos adolescentes que ha aparecido colgadas de un árbol en el estado de Uttar Pradesh (norte).
La Policía ha detallado que los detenidos son dos hombres sospechosos de violación y asesinato y un alguacil sospechoso de conspirar con ellos y de negligencia en el cumplimiento de sus funciones, según ha informado la cadena de televisión británica de noticias.
Asimismo, tres agentes han sido cesados por no registrar las denuncias de la familia sobre la desaparición de las adolescentes en la tarde del martes. Cientos de residentes de la localidad de Badaun han celebrado una manifestación silenciosa contra la inacción de la Policía ante el suceso.
Las dos adolescentes, de 14 y 15 de años, eran primas y miembros de la casta 'intocable'. Ambas fueron secuestradas el martes por la tarde en su aldea, Budaun, cuando se dirigían al baño. A la mañana siguiente, los propios residentes localizaron los dos cuerpos colgados en un huerto cercano.
Las autopsias han confirmado abusos a las dos víctimas, que murieron por el ahorcamiento. Los equipos médicos también han extraído muestras de ADN para tratar de determinar la identidad de los agresores.
Las familias de las dos menores también han denunciado la presunta participación de cinco personas y han acusado a las fuerzas de seguridad de proteger a los atacantes al no tomar ninguna medida cuando se denunció la desaparición.
Las violaciones son una práctica relativamente frecuente en India y las mujeres marginadas son las víctimas más vulnerables. Un reciente informe del Centro Asiático para los Derechos Humanos cifró en 48.338 el número de casos de abusos registrados entre 2001 y 2011, con un incremento anual del 336 por ciento de media.
El conflicto trasciende lo social y alcanza lo político, toda vez que el sistema judicial no siempre escucha la versión de las mujeres y la Policía llega incluso a sugerir un matrimonio entre víctima y agresor. Sólo las manifestaciones masivas generadas tras la violación de una mujer en Nueva Delhi en diciembre de 2012 llevaron al Gobierno a endurecer los castigos.