En concreto, desde 1961, año en el que se inicia la serie histórica del IPC, nunca se ha experimentado una tasa interanual negativa de crecimiento de los precios.
En marzo, el IPC interanual registró su octavo descenso consecutivo. La tasa final, del -0,1%, contrasta con la obtenida en el mismo mes de 2008 (4,5%), uno de los meses en los que los precios subían de forma desorbitada debido al encarecimiento del barril de crudo.
Con esta tasa del -0,1%, la inflación interanual se aleja y mucho de los máximos cercanos al 5% que alcanzó durante el verano pasado, cuando los precios tocaron 'techo' en el mes de julio, con un IPC del 5,3%. A partir de entonces, la inflación comenzó a descender, experimentando una gran caída, de 1,2 puntos, el pasado mes de noviembre, algo que no se veía en 22 años.
En total, desde julio de 2008 hasta marzo de 2009, el IPC se ha reducido más de cinco puntos, superando las estimaciones iniciales del Gobierno, que esperaba que este indicador cerrara 2008 en el entorno del 2% (al final lo hizo en el 1,4%) y que siguiera bajando en 2009, aunque sin llegar a una situación de deflación (el FMI considera que hay deflación cuando los precios decrecen durante dos trimestres consecutivos).
El descenso en ocho décimas del IPC interanual en marzo se debió principalmente a la caída de precios en transporte, cuya tasa anual se redujo dos puntos respecto a febrero, hasta el 8,2%, como consecuencia de la caída de los precios de carburantes y lubricantes frente a la subida que experimentaron en igual mes de 2008. De hecho, el organismo estadístico destaca que la tasa anual de esta parcela, del -22,4%, es la más baja registrada hasta la fecha.
También contribuyó al descenso interanual de los precios el abaratamiento de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas, que disminuyeron su tasa anual nueve décimas, hasta el 0,6%, su valor más bajo desde agosto de 1999. El pescado fresco, las frutas frescas, las carnes de ave y de ovino y los aceites son los que más influyeron en esta evolución.
El comportamiento de los precios de hoteles, cafés y restaurantes, que se vio favorecido por el hecho de que la Semana Santa cayó el año pasado en marzo, también ayudó a rebajar la inflación interanual. La tasa anual de este grupo bajó siete décimas, hasta el 2,4%, nivel que no alcanzaba desde enero de 1994, fecha en la que empieza a publicarse información sobre su evolución.
Por su parte, la inflación subyacente (que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados) se situó en marzo en el 1,3%, tres décimas inferior a la tasa de febrero, mientras que el Indicador de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) alcanzó el -0,1% interanual, ocho décimas menos que en el mes anterior, coincidiendo con los datos adelantados por el INE a finales del mes pasado. También es la primera vez en que el IPCA entra en tasas interanuales negativas.