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El Getafe supera con velocidad a un frágil Deportivo

El Getafe se quitó ante el Deportivo (1-2) el mal sabor de boca que le había dejado la derrota ante el Atlético de Madrid (0-1) y le bastó la velocidad de su ataque para superar a un rival mal posicionado y frágil en defensa

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El conjunto madrileño, que sacó a relucir su pegada al contraataque, volvió a sembrar dudas en el equipo coruñés, que nada se pareció al equipo que había despertado en la octava jornada ante el Valencia después de cuatro derrotas consecutivas.

Víctor Fernández tuvo que retocar la alineación que había repetido ante el conjunto levantino (3-0) y el Espanyol (0-0) por la baja de Lucas Pérez y el equipo decayó.

El técnico optó por reforzar el centro del campo, utilizar a Juan Domínguez en el enganche, donde él mismo no le ve potencial, y el Deportivo quiso construir pero se diluyó bajo la lluvia, que obligó a Cuenca a cambiar de botas.

No apareció el equipo coruñés en ataque en la primera mitad, en la que el Getafe, que también tuvo que reestructurar la alineación, se fue soltando a medida que comprobaba que el de enfrente no era el contrincante que temía el rumano Cosmin Contra.

El conjunto azulón, de rojo en Riazor, también con cambios obligados por las bajas de Juan Valera y Alexis, practicó un fútbol esencial: faltas a la mínima para frenar el impulso inicial del rival, presión en la salida del Deportivo y, en cuanto robaba el balón, echarse a correr en ataque, con Lafita como referencia.

El exdeportivista, al que la afición blanquiazul no perdona cómo se fue del equipo la década pasada, dio el primer aviso a los 19 minutos tras librarse de Sidnei, Luisinho y Wilk en un esprín que acabó con un disparo demasiado cruzado.

El Getafe empezó a embotellar al Deportivo y Velázquez, tras un saque de esquina, probó a Fabricio, que estaba imbatido desde su segundo debut en Primera con el equipo coruñés.

El portero canario salvó esa ocasión, pero no la siguiente, un disparo del francés Yoda desde la frontal del área que dio en el poste, rebotó en la espalda del guardameta y se coló en la portería del Deportivo.

El Getafe pudo llevarse una renta mayor al descanso por las facilidades que le puso el rival, pero ni Escudero ni Sarabia enviaron el balón a portería por fortuna para el equipo coruñés, al que Riazor, con la paciencia colmada, empezó a apremiar ya antes del descanso.

El Deportivo respondió con un disparo de Medunjanin y otro de Cavaleiro antes de que el árbitro enviara a los dos equipos al vestuario, donde Víctor Fernández dejó al argentino Fariña y al polaco Wilk para dar entrada a Hélder Postiga y Roberto Canella.

Pero al equipo coruñés no le sirvieron los cambios para espabilar y al Getafe le bastaron dieciséis segundos para robar el balón, contraatacar por la banda del colombiano Fredy Hinestroza y culminar la acción con un remate placentero de Lafita al que no pudo responder Fabricio.

Con el partido perdido, el Deportivo se entregó al ataque, pero, en el área, Postiga, a centro de Medunjanin, perdonó a Guaita con un remate de cabeza flojo y al medio de la portería.

El equipo coruñés se rompió, atacó sin criterio y el Getafe disfrutó a la contra, con exhibición de velocidad aunque sin acierto en los lanzamientos de Lafita, que rozó el tercer gol en dos minutos consecutivos, el 66 y el 67, en el que, sin Fabricio bajo palos, disparó alto.

Los fallos del Getafe dejaron con vida al Deportivo, que se metió en el partido a falta de diez minutos con el primer gol de Hélder Postiga con el conjunto coruñés en una jugada que fabricó su compatriota Cavaleiro y en la que Toché fue asistente.

El equipo blanquiazul empujó lo que pudo hasta el final, pero el Getafe opuso resistencia y se llevó los tres puntos de Riazor.

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