Jerez

La aventura de patinar sobre hielo

Estas navidades, pequeños y adolescentes cambian las aulas por las pistas de hielo instaladas en el Parque González Hontoria. Aunque la mayoría se pasa más tiempo en el suelo que patinando, las risas están garantizadas

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Patinaje en Jerez -

Mami, corre, corre! Ana Luisa es patinadora y da clases de gimnasia rítmica.Tiene siete años y está impaciente por probar suerte en la pista de patinaje de hielo del Parque González Hontoria. Nada de simulación, esta es original, y de ello da prueba el charco de agua que se ha generado a un lado de la pista. Va de la mano de su madre Ana María, a la que le toca acompañarle en esta aventura. Llevan todo lo indispensable: ropa abrigada, patines y guantes. Dice que no está nerviosa, pese a que le cuesta mantenerse firme “porque con la cuchilla es diferente y además me quedan grandes”. Han pagado 7 euros cada una por patinar 45 minutos (si no hay mucha gente se pueden quedar más tiempo), más unos guantes obligatorios que cuestan dos euros. Teniendo en cuenta que la pista infantil apenas es un pasillo lateral a la grande en la que patinar cuesta 5 euros -aunque aquí  los padres pueden estar sin llevar patines y no pagan- la mayoría son de la opinión de que no merece la pena a menos que su niño sea demasiado pequeño o le dé respeto hacerlo en la grande con los adultos. 
En cualquier caso hay unas normas claras en las carpas en las que se recogen los patines: nada de trenecitos, ni carreras y menos empujar sobre la pista, recomendándose además el casco -lo llevan muy pocos - para los menores de 12 años. Una vez que ponen un pie -mejor dicho un patín- en la pista de hielo, la reacción siempre es la misma: llegan las risas, las caídas, mientras los padres hacen lo propio por retratar el momento con móvil en mano desde la valla, si es que no les ha tocado calzarse unos patines. “Socorro”, grita sin poder contener las risas un pequeño de apenas ocho años que no tiene forma de levantarse de la pista. Frente a él otra madre aguarda expectante que su hija pequeña pase con la hermana mayor para ver cómo les va. Las dos están encantadas con la experiencia aunque eso sí tienen claro que las caídas están aseguradas. “Es muy divertido”, explica la mamá de las dos, aunque reconoce que le da “pánico” la cuchilla de los patines y el daño que le pueda hacer a un pequeño que justo en ese momento caiga a la superficie y “se dé en la cara”. Por lo demás, ve bien el precio y la iniciativa, que se ha convertido en la novedad de estas navidades. Eso sí, se echa en falta la presencia  ininterrumpida de monitores en el interior del recinto helado, donde se mezclan adultos con niños pequeños de cinco o seis años, y es aconsejable ir lo más abrigado posible al margen de que los patinadores entren en calor.

atracciones para todos
En cualquier caso, estos días en el Parque González Hontoria se puede elegir. Hay pequeños a los que les gusta más la adrenalina de tirarse desde las alturas y para ellos el tobogán sobre la superficie helada que también oferta la Ciudad del Hielo es perfecto. Se pueden deslizar sobre un trineo (cada viaje cuesta un euro) y lo pueden hacer solos o con la ayuda de un adulto. La mayoría repite, porque los cinco o seis segundos que dura la expedición les sabe a poco. Hay quien se lo toma mejor, aunque acaben llegando abajo de espaldas y hay otros como a un pequeño de apenas un año que ha terminado llorando. Mientras un monitor les impulsa desde arriba, otro hace lo propio una vez que llegan abajo para que la frenada no les juegue una mala pasada.
Hasta aquí los tres atractivos principales que suman unos 1.000 metros cuadrados de superficie helada al aire libre, una de las más grandes del país, pero además los pequeños cuentan con las atracciones típicas de la feria, como El Ratón Vacilón, los coches-choques, el Booster “Giant XXL”, capaz de alcanzar lo 116 km hora y hacer caer boca abajo desde una altura de 75 metros, y el clásico scalextric, entre otros.
En plenas navidades, tampoco puede faltar la chocolatería, el puesto de buñuelos y otros tantos de chucherías. Que vienes desde el centro o quieres ir  después del parque, también está la opción de montarse en un trenecito turístico (1,50 euros el viaje)y disfrutar del trayecto. De momento, desde Puro Evento, empresa responsable de la instalación, aseguran que pese a las lluvias iniciales que obligaron a retrasar su apertura la acogida está siendo muy buena entre jerezanos y visitantes. Los que aún no hayan ido tienen hasta el 10 de enero para hacerlo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN