El Colegio de Médicos de la provincia de Cádiz sostiene que "si bien es cierto que se puede hablar de una elevada demanda de los servicios sanitarios por parte de los ciudadanos en momentos puntuales", la "saturación" de los servicios de Urgencias se desarrolla "de forma prolongada en el tiempo como consecuencia de un problema sistémico, y en muchos casos crónico, que abarca a los servicios de salud en su totalidad".
En una nota de prensa, el Colegio de Médicos expone que "la presión asistencial no es exclusiva ni responde solo a circunstancias excepcionales", al tiempo que indica que la consecuencia "principal" de esta situación es "el deterioro de la calidad asistencial que soportan profesionales y pacientes a pesar de que sus causas son ajenas tanto a unos como a otros".
"La insuficiencia de recursos y medios se pretende atajar con refuerzos que siempre y por definición resultan tardíos, pues los problemas de salud son inaplazables", asevera, recalcando que "en una dirección más lógica, la dotación de plantillas de profesionales sanitarios en los centros debería responder a un cálculo riguroso de necesidades y una correcta distribución de los recursos existentes, sin olvidar que estos son limitados".
Apunta que "si es cierto que existe un déficit de profesionales, tan grave o más aún es el déficit en las condiciones a las que estos profesionales se enfrentan todos los días, y no solo en picos de demanda, sumidos en un estado de desgaste y con el que se ataca y agrede su profesionalidad y su voluntad de ejercer como deben y saben hacerlo".
Asimismo, el Colegio de Médicos manifiesta que "el problema de las urgencias, que se quiere hacer ver desde las administraciones sanitarias como coyuntural, resulta también de la concentración y la saturación del primer nivel asistencial como es la atención primaria".
Al hilo, se pregunta: "¿No se colapsan día a día las urgencias de los centros de salud, donde estos problemas se repiten y agudizan?". "Aquí los profesionales se ven sometidos a un aumento de su jornada laboral y de cupos, al tiempo que padecen la carencia de sustituciones y la disminución del tiempo asignado en su agenda a cada paciente", resalta.
Ante esta "percepción de la asistencia sanitaria por los pacientes, los llamamientos al uso racional de los servicios de salud encuentran poco eco", destaca, ya que "se corre el riesgo de extender la percepción de los usuarios de que los problemas del sistema de salud son irresolubles e irreversibles, cuando no es así".
LA SOLUCIÓN
Considera el Colegio de Médicos que "la solución" a los problemas de los pacientes "debe venir de la mano de actuaciones sincronizadas provenientes de la aportación de una política sanitaria determinada por la participación autorizada de los principales actores, profesionales y usuarios, colegios y sociedades profesionales, organizaciones de pacientes, agentes sociales, etc.".
La "vía de solución" ha de llegar "necesariamente" de la mano de "un gran pacto sanitario y de una estrategia que comience a hacer visible los resultados, pero sobre todo que se plantee a medio y largo plazo, porque de lo contrario, el próximo verano y en ciclos estacionales como el de la gripe la actualidad volverá a ofrecernos una vez más la idea equivocada de que son problemas intermitentes".
El Colegio de Médicos recuerda que el médico "está obligado en su actuación profesional por un principio de responsabilidad en el trato con el paciente", por lo que anima a los profesionales de la salud a "comunicar por escrito a su centro" esta situación "y dejar así constancia expresa de cualquier carencia derivada de las políticas de recortes que pudiera desembocar en deficiencias en la calidad de la asistencia debida y que se contradigan con los preceptos deontológicos que deben regir en todo momento su ejercicio".
Por último, incide en que es "obligación" del médico "denunciar estas deficiencias sanitarias, en tanto puedan afectar a la correcta atención a los pacientes, tal y como se recoge en el artículo 7.5 del actual Código de Deontología Médica".
