Jerez

Quejas por unos caramelos que saben como el cannabis

Alternativas solicita una legislación más dura para evitar que se frivolice con el consumo

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  • La federación alertó de la reciente comercialización de este producto en establecimientos andaluces. -
  • Barrio Vivo recuerda que el hachís está detrás del desarrollo de patologías duales
Las coordinadoras en la lucha contra las drogas del Campo de Gibraltar Alternativas y Barrio Vivo manifestaron ayer su apoyo a la iniciativa de protesta puesta en marcha el pasado 23 de abril por la Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa Al-Andalus en relación a la reciente comercialización en Andalucía de unos caramelos cuyo sabor, según este colectivo, trataría de imitar el del cannabis.

La organización con sede en Sevilla entiende que este tipo de productos “debe de ser retirado del mercado, ya que pueden llegar a incitar a los menores al consumo de drogas”. Desde la federación alertaron de la comercialización de estos dulces, de procedencia holandesa -un país donde el consumo de cannabis es legal- y de nombre Cannabis pops, en quioscos de prensa y chucherías, “establecimientos que por lo general suelen ser frecuentados por los más pequeños”.

No obstante, desde la federación matizan que el caramelo “no incorpora ningún tipo de sustancia alucinógena”, si bien “esta información no se ofrece con total claridad”, ya que el mensaje del expositor muestra la composición en inglés, y el propio dulce está únicamente recubierto por un papel transparente sin indicaciones.
No obstante, en el expositor se incluye la imagen de una plantación de cannabis y en un tamaño destacado se introduce, además, una hoja de marihuana.

La federación anunció que piensa enviar a las autoridades sanitarias una muestra de los caramelos para su correspondiente análisis.

Condena
En relación a este producto, los presidentes de las coordinadoras Barrio Vivo y Alternativas, Miguel Alberto Díaz y Francisco Mena, respectivamente, manifestaron su más firme condena ante cualquier producto que pueda influir en el consumo de estupefacientes.

Por un lado, Díaz recordó que hay “muchas maneras de animar al consumo, unas son descaradas y otras inducidas” y recordó, al igual que Mena, anteriores campañas -incluyendo encierros- protagonizadas por las coordinadoras en defensa de la retirada de otros productos similares, caso de unas jeringuillas con caramelos y camisetas con el mensaje; “con un gramo de coca vive la vida loca”, como recordó Mena, concretamente.

El presidente de Alternativas se mostró partidario de endurecer las leyes relativas al consumo “para limitar ese tipo de acciones” y que en el momento de detectar estos productos “retirarlos inmediatamente” porque “no se puede permitir que se produzca una normalización de la hoja de cannabis o una apología del consumo”, algo que, se lamentó Mena, “aparece de manera escandalosa en mecheros, pegatinas o revistas a las que todo el mundo tiene acceso de una manera fácil”.

Mena criticó la utilización de la imitación de un porro durante la realización de un sketch humorístico en un medio de comunicación nacional en los últimos días. Al hilo de este asunto, Mena se lamentó de que “el esfuerzo que desde el Ministerio de Sanidad se está llevando a cabo con campañas muy agresivas con el fin de aumentar la percepción del riesgo por parte de la sociedad” queda anulada, en su opinión, por estas visiones de la droga “como algo inocuo. Como si tener una planta de maría en casa fuese como tener una maceta cualquiera”.

Miguel Alberto Díaz recordó que no se puede considerar el cannabis como “una droga blanda” y que “está demostrado por parte de centros de salud mental y los estudios universitarios que implica el desarrollo de patologías duales e incluso provoca cáncer”.

De igual modo, resaltó que los menores son un grupo de riesgo a la hora de incitar al consumo “porque son mucho más vulnerables”. De igual modo, criticó que “en esta sociedad de la desinformación” es fácil recibir una concepción equívoca del riesgo.

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