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Expo Milán abre sus puertas con un llamamiento a la lucha contra el hambre

Una gran cantidad de público se agolpó desde primera hora en los accesos del recinto, abiertos desde las 10:00 locales (8.00 GMT) aprovechando en Italia la festividad del 1 de mayo

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La Exposición Universal de Milán comenzó hoy con el propósito de concienciar sobre la importancia del derecho a la alimentación y con un llamamiento del papa Francisco contra el hambre mientras se registraban protestas violentas de antisistema contra el evento en la capital lombarda.

Una gran cantidad de público se agolpó desde primera hora en los accesos del recinto, abiertos desde las 10:00 locales (8.00 GMT) aprovechando en Italia la festividad del 1 de mayo.

Los visitantes se mezclaban con enviados de medios de comunicación de todo el mundo y trabajadores del recinto, mientras que en la ciudad, a unos kilómetros de distancia, se produjeron a primera hora de la tarde violentos enfrentamientos de antisistema, opuestos al evento, contra las fuerzas de seguridad.

Decenas de manifestantes, con el rostro cubierto y vestidos de negro, mostraron así su rechazo a la Expo y causaron daños en el centro de la capital lombarda, que presentaba un fuerte despliegue de medidas destinadas a evitar disturbios.

En la Expo, los pabellones de los 145 países que participan, distribuidos a lo largo de dos ejes principales -Cardo y Decumano-, recibieron ya sus primeros visitantes, que se verán tentados por un gran número de tiendas, cafeterías y restaurantes que les permitirán adquirir y degustar de una oferta gastronómica que pretende ser planetaria.

La ceremonia oficial de inauguración estuvo presidida por el primer ministro italiano, Matteo Renzi, quien aseguró que "hoy comienza el futuro de Italia", en referencia a un evento que el Gobierno asegura servirá para relanzar la economía italiana y potenciar la imagen del país a nivel mundial.

Renzi lanzó un ataque a los pesimistas que aseguraban que Milán "nunca conseguiría" tener todo a punto para la fecha inicial de la Expo, debido a la polémica surgida por los numerosos retrasos que han sufrido las obras. De hecho, en algunos pabellones se continúa trabajando y solamente están abiertos parcialmente al público.

El acto contó con un mensaje del papa Francisco, quien habló "en nombre" de quienes pasan hambre en el mundo y mostró su voluntad de que Expo Milán constituya "una ocasión propicia para globalizar la solidaridad".

Mediante una videoconferencia desde la Ciudad del Vaticano, el Pontífice recordó que el evento se desarrolla bajo el lema "Nutrir el planeta. Energía para la vida", y pidió que esta frase no se quede "solo en un tema" sino que siempre esté acompañado "por la conciencia de los rostros de millones de personas que hoy tienen hambre, que hoy no comerán dignamente".

"Hagamos que esta Expo sea una ocasión para un cambio de mentalidad", añadió, en referencia a que los visitantes deben concienciarse que con sus actos cotidianos pueden contribuir a acabar con la lacra de la desnutrición.

En el día de la inauguración se difundió también la "Carta de Milán", el documento oficial que recoge el legado de la Expo y que ha sido realizado por 500 expertos que han abordado el tema del desarrollo sostenible y el derecho a la alimentación, centrándose también en reducir el desperdicio de alimentos, y la necesidad de potenciar las inversiones en investigación y la seguridad alimentaria.

Distintas organizaciones de las Naciones Unidas, en especial las dedicadas a la alimentación -como la FAO-, tienen una presencia activa en el evento.

La FAO recuerda que a fines de 2015 se cumple el plazo para la consecución de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU pero a pesar de los progresos realizados en el Objetivo número 1 -reducir a la mitad la proporción del hambre y la pobreza-, unos 842 millones de personas en todo el mundo sufren aún de desnutrición crónica.

Durante los 184 días de la Expo, los más de 20 millones de visitantes previstos podrán conocer las propuestas de los países en materia de buenas prácticas y las soluciones innovadoras en materia de producción sostenible de alimentos,

Combinar tradición e innovación es precisamente el objetivo del Pabellón de España -uno de los 54 países que cuentan con pabellón propio- a través de dos propuestas expositivas -El viaje del sabor y El lenguaje del sabor- que promocionan los beneficios de la dieta mediterránea y la revolución culinaria que ha convertido a los chefs españoles en referentes internacionales.

"El Pabellón de España será una plataforma privilegiada para presentar las ventajas de nuestro sector agroalimentario y nuestra gastronomía", aseguró a Efe la Comisaria General, Teresa Lizaranzu, quien recordó también la importancia de la Expo como foro en el que discutirán los próximos Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

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