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España

El alcalde de Santiago: "Tenemos el mandato histórico de intentar gobernar diferente"

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, está convencido de que las candidaturas de unidad popular que gobiernan tras el 24M en algunas de las principales ciudades de España, entre ellas la capital gallega, tienen el "mandato histórico de intentar gobernar de forma diferente"

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  • Martiño Noriega. -

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, está convencido de que las candidaturas de unidad popular que gobiernan tras el 24M en algunas de las principales ciudades de España, entre ellas la capital gallega, tienen el "mandato histórico de intentar gobernar de forma diferente".

Noriega (A Coruña, 1975) explica en una entrevista con EFE que si estas candidaturas, o las que eventualmente concurran a las elecciones generales del próximo otoño, no son capaces de provocar un cambio "entre este año y el próximo", de abrir una nueva etapa, se habrá "perdido una oportunidad".

"Estoy convencido de que, si no somos capaces de conseguirlo, el 'régimen del 78' se habrá por lo menos reproducido, se habrá hecho un lifting y tendrá una ampliación contractual por un par de décadas", afirma el también coportavoz de Anova, una de las fuerzas a las que dio lugar la escisión del BNG en 2012 y que forma parte de la coalición AGE en el Parlamento gallego.

Por eso, en este escenario, apela a la necesidad de "converger" entre todas las fuerzas de la izquierda social y partidaria "para disputarle la hegemonía al PP" y hace mención al papel que, en su opinión, debe jugar Podemos, la organización de Pablo Iglesias.

"Yo no niego la centralidad a Podemos en el proceso, pero tiene una gran responsabilidad: decidir si quiere una victoria de parte, que para mí es una derrota del proceso, o si quiere estar en condiciones de disputarle la hegemonía al PP y abrir una nueva etapa. No es secundario", sostiene Noriega, para quien los partidos "tienen que entender que es preciso abandonar las posiciones de parte por ese común denominador que está demandando la sociedad".

"Podemos tiene una gran responsabilidad y yo espero que la sepan entender", concluye el alcalde compostelano, que pone a la candidatura que encabezó, Compostela Aberta, que fue la lista más votada y que gobierna en minoría la ciudad, como ejemplo de unión de fuerzas de la izquierda partidaria y de movimientos sociales.

Asegura que tanto él como su equipo no se sienten aludidos ni identificados cuando el PP se refiere a candidaturas como la suya como extremistas o radicales y recuerda que una vez, en modo irónico, ya tuvo que decir que no comía niños.

"El humor, la ironía, la retranca, los gallegos lo sabemos bien, no dejan de ser armas revolucionarias, en un determinado contexto es lo mejor que uno puede hacer", dice Noriega.

Según su criterio, "la gente ya no bebe del discurso del miedo del PP porque los que dan miedo son ellos".

Convencido de que el "régimen del 78 está agotado", Noriega apuesta por "cerrar una etapa histórica y abrir una nueva etapa", unos "procesos constituyentes donde volver a marcar el campo de juego, las reglas y la necesidad de poner sobre la mesa determinadas cuestiones que en estos momentos no se están tratando".

Noriega incide en que se está viviendo "un momento histórico", "una situación de excepcionalidad" en la que la gente lo está pasando mal, en que las políticas que nos han traído aquí están condenando a un empobrecimiento general, a una precarización y a una situación en la que quienes tienen suerte de trabajar muchas veces no pueden vivir con dignidad".

"Pues entonces, de nada vale seguir operando políticamente como se venía operando en los últimos años, hay que demostrar que hay que ir a un cambio de políticas de fondo", concluye.

Entre los símbolos de esta nueva etapa reivindica la laicidad institucional, que le ha llevado a no asistir al acto de la ofrenda del Antiguo Reino de Galicia y que también ha hecho que le pida a la Casa del Rey que no le nombre delegado en la ofrenda al apóstol el 25 de julio.

Insiste en su apuesta por remunicipalizar servicios, si bien advierte de que esos procesos "no son fáciles" por lo que, en cualquier caso, aboga por una "fiscalización" de las contratas que "tienen todo el derecho del mundo a tener un beneficio pero también tienen que cumplir con los pliegos con los que ganaron".

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